sábado, 12 de marzo de 2011

LA INVESTIGACIÓN CULTURAL EN MÉXICO / Gilberto Giménez


En este texto, Gilberto Giménez nos presenta una radiografía de la situación de investigación cultural en México. Es una mapa general de las condiciones del campo académico donde se indican las limitaciones actuales y las tareas a futuro.


Tenemos entonces, que hasta hace poco tiempo los ejes de investigación cultural en el país estaban muy limitados, centrados principalmente en las culturas populares y étnicas. Por otro lado, las ideas marxistas presentes en la reflexión de la sociedad influyeron en la recurrente dimensión clasista de los estudios de la cultura. Así pues, Giménez plantea el problema epistemológico que enfrentan los estudios culturales, la abundancia de análisis meramente descriptivos, que carentes de una interpretación con fundamento teórico hacen dudar de su supuesta naturaleza científica.


En términos generales se considera que, a pesar de ciertos avances, los estudios de la cultura en México son insuficientes y desequilibrados. Entre las posibles causas de esta situación el autor identifica: la exclusión de “la cultura” como tema central de discusión en el ámbito político; el control burocrático de la investigación; la desorientación teórica y la crisis institucional de las ciencias sociales (del estudio de la cultura en particular).



Considero que la inconsistencia de la investigación de la cultura reside primordialmente en la ubicuidad, transversalidad e imprecisión del objeto de estudio. Es posible colocar al problema de la indefinición en el centro de las causas y tareas que propone Giménez. De modo que, lo más relevante será clarificar qué es eso (¿qué es aquello que llamaremos cultura?) que se desea estudiar, reflexionar, sobre lo que se desea hacer política. Sólo después de tener una concepción más o menos unificada al respecto se deberá proceder al estudio, la reflexión profunda, la creación de políticas, etcétera. Si se procede a la inversa, el resultado será muy probablemente un discurso dispar y confuso dónde todos hablan de “cultura” en términos muy distintos. Si cada quien tira la cuerda hacia su lado no hay avance, ni diálogo; y no es que sea necesario llegar a la verdad absoluta, sino tratar de construir una visión que lógicamente fundada sea lo más plural posible.

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