jueves, 19 de mayo de 2011

Estudios culturales y memoria histórica, Aleida Assmann

Estudios culturales y memoria histórica, Aleida Assmann

El objetivo del ensayo es reconstruir la historia y contexto académico de los conceptos que actualmente permean los estudios culturales, por ejemplo: descripción densa, liminalidad, circulación de la energía social, orientalismo, hibidración, subalterno, cultura popular. Por un lado, el ensayo destaca las diferencias locales e históricas de la emergencia de los estudios culturales y observa las circunstancias históricas en las cuales se produjeron y se conformaron sus distintas orientaciones.

La principal suposición de la autora es que los estudios culturales no son sólo una mezcla global de teorías y terminologías pero, si se considera en la perspectiva histórica, se revelan sus vínculos con las historias y temas específicos locales. En otras palabras, los estudios culturales necesitan ser vistos como un campo de respuestas a agendas de desarrollo específico local. La primer conclusión que obtenemos es que la emergencia de los estudios culturales fue una respuesta a las presiones políticas y sociales inmediatas, al menos así es evidente en la tradición norteamericana e inglesa de los estudios culturales. Sin embargo, la tradición alemana de éste tipo de estudios muestra algunas diferencias.

Comparando las formas y diseños de los estudios culturales en los Estados Unidos, Inglaterra y Alemania, las diferencias son bastante llamativas. Mientras que los estudios culturales americanos y británicos redefinen cultura de tal manera que provee caminos de pensamiento, estrategias de sobrevivencia y recursos para la resistencia por parte de los marginados; la noción de cultura para Alemania tiene un sentido opuesto: ellos evitan el uso político de la cultura. Por su parte, la tradición alemana de los estudios culturales insiste en la importancia de los signos y los símbolos, de los sistemas, de los medios y de la memoria, lo que constituye una aproximación a la teoría de la cultura que no puede servir inmediatamente como una matriz para la acción política.

Un aspecto importante que diferencia ambas posturas en los estudios culturales, es la noción de la memoria (cultural). La memoria permite vincular el pasado con el presente. La memoria cultural es una categoría decisiva con la cual puedo reclamar un conocimiento personal.

En este ensayo la autora demuestra las diferencias significativas que existen entre los estudios culturales norteamericanos, británicos y alemanas. Dichas diferencias se deben, en gran medida, a los contextos culturales e históricos de las academias donde fueron desarrollados.

Hegemonía, poder y dimensión política de la cultura, Chantal Mouffe.

Hegemonía, poder y dimensión política de la cultura, Chantal Mouffe.

El aspecto más interesante en el campo de los estudios culturales es su carácter interdisciplinario. El objetivo de este artículo es mostrar cómo una aproximación anti-esencialista informada por una noción de hegemonía es de crucial importancia para los estudios culturales, porque ayuda a la comprensión de la dimensión política de la cultura y a las intrincadas relaciones entre cultura y poder. En un primer momento, la autora profundizará en la especificación del enfoque “anti-esencialista”. Después nos indica la relevancia de dicho enfoque para una serie de cuestiones que son centrales en el campo de la cultura. Por último nos ofrece un examen de la importancia de esta visión en los estudios sobre el feminismo.

Para la autora, hegemonía es el punto de convergencia entre la objetividad y el poder. Esta manera de posicionar el problema del poder implica una profunda transformación en el camino de cómo el poder es concebido. Ello implica que el poder no debe ser entendido como una relación externa que tome lugar entre identidades pre-constituidas, sino más bien que se constituye en las propias identidades, en la propia interacción.

El agente social se constituye por un conjunto de posiciones subjetivas que nunca pueden ser totalmente fijadas en un sistema cerrado de diferencias, y se construye por una diversidad de discursos entre los cuales no hay necesaria relación pero si un constante movimiento de sobredeterminación y desplazamiento. La identidad de tales sujetos múltiples y contradictorios es siempre contingente y precaria, fijada temporalmente en la intersección de esas posiciones subjetivas y dependiendo de formas específicas de identificación. Es entonces imposible hablar de agente social como si se tratara de algo unificado, de una entidad homogénea. Es más bien pertinente entender al agente social como algo en construcción en tanto interactúa.

Por otro lado, la práctica política juega un papel importante en la construcción de identidades. La creación de una identidad siempre implica el establecimiento de una diferencia, diferencia que a menudo construida sobre las forma de una jerarquía. La existencia de otros aparece como la condición de la posibilidad de la construcción de mi identidad, desde y sin el cual, yo no podría tener identidad alguna definida. La identidad es, en efecto, el resultado de una multitud de interacciones que toman lugar desde un espacio exterior, pero que no están claramente definidas. Las prácticas políticas construyen diferencias, por tanto, identificaciones. Los grupos feministas apelan a la construcción de identidades a partir de la configuración de ciertas prácticas sociales con fines políticos claramente establecidos por el grupo. Es así como la autora ejemplifica sus hipótesis dentro de este artículo.

Cultural Studies and Historical Memories

Cultural Studies and Historical Memories

Autor: Aleida Assmann

Alumna: Yael C. Dansac Rivera

Maestría en Ciencias Sociales, Universidad de Guadalajara.

En los últimos diez años, los Estudios Culturales se han desarrollado un campo académico disciplinario algo unificado que han tenido gran alcanza a escala global.

Según el sociólogo jamaiquino Stuart Hall, estos estudios han surgido como una respuesta a su contexto histórico, al menos en gran Bretaña. En otras palabras, el supone que era necesario el surgimiento de estudios interdisciplinarios sobre poder, cultura, identidad y raza para poder analizar a la sociedad británica de principios de los años 60´s. Esta clase se estudios se definen principalmente por no tener una concepción de la cultura como se entiende en la antropología, de hecho rechazan esa concepción. Por ello, los teóricos como Hall propusieron que la cultura no era el producto de una herencia racional, sino una continua lucha de poder con el mundo contemporáneo: una arena de lucha. Estas ideas, fuertemente influidas por lecturas foucaultsianas, gramscianas y marcianas, no tenia mucho que ver con la idea de cultura que existía cuando surgió el Centro de Estudios Culturales Contemporáneos en Birmingham.

Según Hall, quien le dio un giro político y teórico a dicho centro mientras lo dirigió, la vocación de los Estudios Culturales era ayudar a la gente a entender el contexto socio político en el cual vivían, darles estrategias de supervivencia en dichos contextos, y darles recursos para resistirse de la exclusión en la comunidad nacional.

A diferencia de Inglaterra, en Alemania la crisis en las Humanidades dio surgimiento a una institución academica llamada Geisteswissenschaften, la cual no tenía ninguna orientación política clara, a diferencia del Centro de Estudios Culturales de Birmingham que si era considerado un centro semi-subversivo, donde se desafiaban las corrientes y conceptos tradicionales de las ciencias sociales y las humanidades. En Alemania lo que se intentaba era cambiar esos ánimos, buscando reconstruir una Alemania que había quedado en crisis por las dos guerras mundiales.

Para ello en Alemania se busco entender a la cultura como toda memoria no hereditaria de un grupo, (concepto tomado de Iuri Lotman), brindando con este enfoque una nueva orientación en los estudios cultuarles. No es necesario entonces radicalizar los cambios y conceptos teóricos como si lo propone la escuela británica.

La última parte del artículo busca recuperar los estudios sobre crítica literaria como un recurso para realizar estudios culturales, estableciendo un puente entreambos. Para ello retoma una lectura específica, que bien podría ser cualquier novela histórica. Con ello busca demostrar que a través del análisis de un texto, pueden hacerse estudios de este tipo.

Cultural Studies and Historical Memories

Cultural Studies and Historical Memories

Autor: Aleida Assmann

Alumna: Yael C. Dansac Rivera

Maestría en Ciencias Sociales, Universidad de Guadalajara.

En los últimos diez años, los Estudios Culturales se han desarrollado un campo académico disciplinario algo unificado que han tenido gran alcanza a escala global.

Según el sociólogo jamaiquino Stuart Hall, estos estudios han surgido como una respuesta a su contexto histórico, al menos en gran Bretaña. En otras palabras, el supone que era necesario el surgimiento de estudios interdisciplinarios sobre poder, cultura, identidad y raza para poder analizar a la sociedad británica de principios de los años 60´s. Esta clase se estudios se definen principalmente por no tener una concepción de la cultura como se entiende en la antropología, de hecho rechazan esa concepción. Por ello, los teóricos como Hall propusieron que la cultura no era el producto de una herencia racional, sino una continua lucha de poder con el mundo contemporáneo: una arena de lucha. Estas ideas, fuertemente influidas por lecturas foucaultsianas, gramscianas y marcianas, no tenia mucho que ver con la idea de cultura que existía cuando surgió el Centro de Estudios Culturales Contemporáneos en Birmingham.

Según Hall, quien le dio un giro político y teórico a dicho centro mientras lo dirigió, la vocación de los Estudios Culturales era ayudar a la gente a entender el contexto socio político en el cual vivían, darles estrategias de supervivencia en dichos contextos, y darles recursos para resistirse de la exclusión en la comunidad nacional.

A diferencia de Inglaterra, en Alemania la crisis en las Humanidades dio surgimiento a una institución academica llamada Geisteswissenschaften, la cual no tenía ninguna orientación política clara, a diferencia del Centro de Estudios Culturales de Birmingham que si era considerado un centro semi-subversivo, donde se desafiaban las corrientes y conceptos tradicionales de las ciencias sociales y las humanidades. En Alemania lo que se intentaba era cambiar esos ánimos, buscando reconstruir una Alemania que había quedado en crisis por las dos guerras mundiales.

Para ello en Alemania se busco entender a la cultura como toda memoria no hereditaria de un grupo, (concepto tomado de Iuri Lotman), brindando con este enfoque una nueva orientación en los estudios cultuarles. No es necesario entonces radicalizar los cambios y conceptos teóricos como si lo propone la escuela británica.

La última parte del artículo busca recuperar los estudios sobre crítica literaria como un recurso para realizar estudios culturales, estableciendo un puente entreambos. Para ello retoma una lectura específica, que bien podría ser cualquier novela histórica. Con ello busca demostrar que a través del análisis de un texto, pueden hacerse estudios de este tipo.

Hegemony, Power and the Political Dimension of Culture

Hegemony, Power and the Political Dimension of Culture

Autor: Chantal Mouffe

Alumna: Yael C. Dansac Rivera

Maestría en Ciencias Sociales, Universidad de Guadalajara.

El objetivo principal de esta lectura para la politóloga belga Chantal Mouffe es proponer una nueva dirección en los llamados Estudios Culturales, caracterizados por su alto carácter interdisciplinario. La dirección sugerida es empezar a analizar la dimensión política de la cultura.

Para comenzar, Mouffe plantea que las prácticas políticas no tratan únicamente con identidades pre-construidas, ya que tienen un rol central en la constitución de las identidades mismas; claro está que en la construcción de dichas identidades, las prácticas culturales tendrán un rol importante.

Estos planteamientos buscan romper con cualquier noción esencial de la identidad, ya que cada identidad esta irremediablemente relacionada con el exterior y el interior suele aparecer como algo que siempre es contingente. Por ello, la identidad no pertenece a una persona, y ninguna persona tiene una sola identidad.

Voy a profundizar en el último planteamiento de Chantal Mouffe “la identidad no pertenece a una persona, y ninguna persona tiene una sola identidad”, porque lo encuentro sumamente relevante para mi investigación de la maestría. Cuando una trata con un grupo, al cual una o varias etiquetas o nombres le han sido asignadas, es difícil observar a simple vista el entramando de singularidades de cada grupo y las múltiples identidades que lo conforman. La tesis planteada por Mouffe permite observar todos los niveles de singularidad de un grupo humano estudiado, todas las dinámicas, relaciones y culturas que conforman el crisol de cada sociedad.

Si se quiere retomar dicha idea, el poder y la cultura deben ser analizados como agentes que juegan un rol en la construcción de las identidades, en lugar de usar un enfoque racionalista para ello.

miércoles, 18 de mayo de 2011

“Globalization and the “Economization“ of Cultural Studies”

“Globalization and the “Economization“ of Cultural Studies”,
Grossberg
Lawrence Grossberg es una de las figuras más importantes de los estudios culturales, realizó estudios de posgrado en el Centro de Estudios Culturales de Inglaterra, el cual era dirigido por quien se convertiría en su mentor, el jamaiquino Stuart Hall. Para el autor los Estudios Culturales juegan un papel determinante en la década de los 80’s del siglo XX, gracias a su influencia en disciplinas como la antropología Ciencias Sociales y Humanidades. En su artículo hace una propuesta en la que plantea seis modelos importantes en el campo de los estudios culturales.
1.La cultura como texto,
2 la cultura como comunicación,
3. la cultura como diferencia,
4.la cultura en el espacio socio-político,
5. la cultura en las instituciones;
6. de la cultura con el discurso y la vida cotidiana.
A partir de éstos seis modelos analiza los paradigmas la influencia en las combinaciones y mezclas con europeos la etnología, la antropología cultural y social. Particularmente llama mi atención el segundo modelos y su argumento de que la cultura es totalmente dependiente de la comunicación, ya que es en realidad un resultado de discurso entre los individuos. A cada uno de los modelos le asigna una ejemplo de investigación y abunda en las explicaciones.
Pero también habla de la globalización como fenómeno que ha trastocado las formas de transmisión de la herencia cultural con características específicas en cada región, por lo que la participación de los medios masivos de comunicación juegan un papel central en dicho proceso.
El poder de los mismos es en muchas ocasiones, en palabras del autor subestimado, pero debemos posicionar el artículo en su época, es decir en 1999, por lo que sus argumentos pudieran parecer simplistas si no se contextualizan. Las fronteras que antes enmarcaban la separación de los Estados-nación ahora tienden a separar demarcaciones políticas, pero no culturales como lo hacían antes. Sin embargo, Grossberg hace una observación importante al señalar que nop considera que el proceso de globalización se asemeje a un proceso de homogeneización, retomando los postulados Stuart Hall, pues los resultados no serán los mismos ni siquiera en los integrantes de una misma región Los estudios culturales deben verse como una compleja articulación en la que el papel del contexto histórico resulta determinante para comprender su posición.

Cultural Theory

Universidad de Guadalajara
Maestría en Ciencias Sociales
Teorías de la Cultura
Martha Patricia Ascencio Aguirre

Cuál es la teoría cultual
El capítulo primero de Cultural Theory, hace un recorrido del término a través de la historia para explicar cómo ha evolucionado el término de acuerdo a determinados momentos, pone como ejemplos la relación del concepto con otros como civilización vs barbarie. Sin embargo hace hincapié en que es difícil definir el concepto de cultura dado que atraviesa un sinnúmero de disciplinas y al hacerlo cada una le imprime calificativos principales y segundarios.
En el capítulo I revisa a cinco teóricos clásicos en la Sociología: Marx, Durkheim, Weber, Simmel, Nietzsche y DuBois, que desde sus planteamientos podemos rastrear cuáles son las aplicaciones que la dan al término como tal. En el caso de Marx y su construcción teórica, el materialismo histórico, en el que las superestructuras determinan las clases sociales y éstas a su vez podrían ser definidas de acuerdo a sus prácticas culturales. Durkheim por su parte construye el término de conciencia colectiva para definir aquello en lo que nos reconocemos como parte de un grupo y es está colectividad la que nos permite encontrar sistemas simbólicos compartidos. Weber analiza las prácticas de dominación y autoritarismo y su influencia sobre la sociedad.
En el capítulo Más allá de las grandes teorías de Norbert Bolz nos hace la invitación a dejar de lado la confusión que nos genera la definición de cultura. Considera que es de vital importancia la influencia que ejercen sobre las sociedades actuales los medios de comunicación, construyendo prototipos ampliamente identificados por todos, por lo que no debería de abrumarnos tanto la construcción teórica y que no hay verdades absolutas en la ciencia y eso que es definido hoy mañana puede ser transformado e incluso olvidado.
Resulta pues que la discusión sigue en pie luego de siglos y escuelas en búsqueda de una definición clara, podríamos decir que es momento de relajarnos y elegir el término que tenga mayor identificación a los proyectos prácticos sobre los que se intenta trabajar de manera empírica.

martes, 17 de mayo de 2011

Alexander Riley, Cultural Theory y Más allá de las grandes teorías: el happy end de las historia. Norbert Bolz.

Juan M. Fernández Chico.

En Cultural Theory acompañamos a los autores por un mapeo histórico de la cultura. No sólo en sus concepciones cotidianas, sino académicas: quiénes han escrito y dialogado sobre la cultura, qué dijeron, y bajo qué circunstancias. Partimos de las tres líneas que remarca Raymond Williams sobre los diferentes acercamientos de la cultura: el eje intelectual y artístico, las diferentes actividades y expresiones que se desprenden de estas y la forma de vida de un grupo de personas.

Pero para aclarar con mayor precisión las diferentes definiciones de cultura, los autores también proponen una revisión de autores que, aunque no lo hayan dicho de manera directa, bordearon (ya sea de manera profunda o no) la cultura. El primero en la lista es Karl Marx, de quien se desprende una visión materialista de la cultura, en donde términos como ideología toman fuerza en un contexto en donde las relaciones de producción imperan sobre las acciones sociales.

El segundo es el sociólogo francés Durkheim, quien partió desde una visión funcionalista para entender cómo es que eso llamado sociedad se mantiene unido. Durkheim creía que las asociaciones humanas no sólo creaban prácticas y actividades en común, se relacionaban para pactar entre ellos acuerdos que les garantizarían la sobrevivencia, sino que también construían sistemas en común para entender el mundo, los cuales compartían como reglas.

Luego continúan con Weber y Simmel, quienes desarrollan, desde diferentes visiones y estilos, la sociología alemana moderna, la cual tenía la intención de alejarse de la postura francesa encabeza por Durkheim, dándole al sujeto una mayor capacidad de entender y transformar lo que ve. A diferencia del término durkhemiano de hecho social, que refleja la coerción del grupo sobre el sujeto, Weber implementó el de acción social, lo que le permitirá hacer análisis sobre la relación entre el desarrollo del capitalismo y la ética del protestantismo, por ejemplo. Simmel por su cuenta se convirtió en una importante influencia para los interaccionistas, pues dejó a un lado los gran des estudios explicativos de la sociedad, para centrarse en acciones concretas.

Otro personaje mencionado es Federich Nietzche, el filósofo vitalista alemán, quien fue un crítico voraz de la estaticidad de las prácticas tradicionales y morales. Nietzsche intentó encontrar el origen de prácticas como la religión, las cuales se montaban sobre sistemas en donde poco o nada influían los sujetos.

El último en la lista es W.E.B DuBois, quien destaca en la serie por introducir el elemento de raza en los estudios de la cultura, agregándole un nuevo elemento que no había sido considerando anteriormente. Para DuBois, la cultura no es algo inocente que se mantiene por leyes incomprensibles, sino que también tiene rasgos colonialistas que afectan directamente en algunos grupos humanos.

Norbert Bolz, por su cuenta, nos conduce por un transitado y difícil camino de la transición de un mundo moderno que comienza a perder impulso y a desinflarse, a uno lleno de prefijos post, en donde ya nada puede ser anticipado y comprendido. Todo lo que la modernidad creó, es ilusorio, es un sólido que desvanece en el aire bajo el argumento de las construcciones sociales, de la cultura, de los contextos. La historia no tiene objetivo, el progreso no camina ni para atrás ni para adelante, las visiones totalitarias del mundo han caído en desuso o son prácticas autoritarias: todo lo que vemos es falso, como si hubiéramos despertado de la Matrix, y nos encontráramos que todo lo que vimos, o nos dijeron que veríamos, era sólo un sueño.

La cultura sigue, bajo estos términos, el mismo patrón: ¿de qué sirve hablar de ella si todo lo que nos recuerda es el mundo pasado, en donde se utilizaban términos tan ambiciosos como ese para delimitar, separar y entender algo que, para empezar, no existía?

jueves, 5 de mayo de 2011

Jeffrey Alexander

The Reality of Reducction: The Failed Synthesis of Pierre Bourdieu de Jeffrey Alexander

El sociólogo Jeffrey Alexander realiza una crítica a la teoría de Bourdieu, luego de haber debatido con un grupo de colegas entre los que encontramos a Roger Friedland. La crítica principal gira en torno al reduccionismo a partir de una propuesta macrosociológica. Tomando conceptos que denomina como universales los cuales no pueden dar cuenta de las diferencias entre los diferentes grupos sociales.

Es por lo que en la década de los noventas Alexander junto con otros sociólogos promovieron el contexto espacial y temporal. Por lo que la definición de Bourdieu le parece determinante y cree que es poco práctica cuando existe una capacidad para la toma de decisiones. Sin embargo le reconoce el fuerte trabajo realizado, al analizar su obra completa y rescatar las contradicciones que pueden encontrarse a lo largo de la lectura.

A partir de ése artículo ha logrado plantear un nuevo enfoque teórico que intente dar mayor claridad a la definición de cultura, retomando temas planteados por Habermas como la Esfera Pública, cultura del trauma, o identidad colectiva, logra avanzar más allá de la crítica y plantea nuevos ejes de investigación en torno a los estudios culturales.

The Reality of Reducction: The Failed Synthesis of Pierre Bourdieu de Jeffrey Alexander

The Reality of Reducction: The Failed Synthesis of Pierre Bourdieu de Jeffrey Alexander

El pensamiento y obra de Pierre Bourdieu ha tenido indudablemente gran repercusión en los estudios culturales y la denominada teoría cultural. Muchos de sus conceptos, como habitus, campo simbólico, capital cultural, entre otros, siguen teniendo gran capacidad explicativa de los fenómenos socioculturales. Sin embargo, en el ensayo The Reality of Reducction: The Failed Synthesis of Pierre Bourdieu, su autor Jeffrey Alexander lleva a cabo una ardua, incisiva y profunda crítica a todo el pensamiento del sociólogo francés.

Para Alexander, el hecho de que el pensamiento de Pierre Bourdieu haya tenido tanta importancia se debió, en parte, a la crisis de la tradición neomarxista, por otro lado, a la mala interpretación de las “incongruencias” y “contradicciones” de su pensamiento por parte de sus seguidores, que le otorgaron una posición intelectual e innovadora que, a decir del autor del ensayo, no le correspondía. Jeffrey Alexander acepta la importancia, más no la autenticidad, de la acción simbólica y los sistemas culturales propuestos por Bourdieu –quizá los únicos aportes reales que a decir de Alexander proporcionó Bourdieu.

A decir del académico de Yale, Bourdieu describe su propia teoría como una “filosofía de la acción”, con la que rompió decisivamente con una serie de poderosas oposiciones o arqueotipos sociales como: individualidad/sociedad, individual/colectividad, consciencia/inconsciencia, interés/desinterés, objetividad/subjetividad. Pero a decir de Alexander, la sociología de Bourdieu es “irremediablemente defectuosa, en términos teóricos y empíricos, y últimamente en términos ideológicos y morales también”. Distorsiona la naturaleza de la acción, prosigue el autor, y el orden y no entiende la institución básica y estructura cultural, dejando solo la acción a las posibilidades humanas y morales de la vida contemporánea.

En este trabajo, Jeffrey Alexander enfatiza las contradicciones internas que a su consideración existen en el trabajo de Bourdieu. Pero Alexander también reconoce que el sociólogo francés fue consciente de ello y, en diversas ocasiones o con distintas estrategias teóricas, intentó resolverlas. Alexander no se concentra en analizar y criticar las obras de Pierre Bourdieu de forma aislada sino más bien tomándolas como una totalidad, como un panorama de todo el pensamiento Bourdieano.

Una de las más duras críticas a Bourdieu ha sido su auto-reconocimiento y auto-clasificación de su pensamiento en la corriente epistemológica del estructuralismo simbólico, lo que a decir de Alexander nunca ocurrió, o al menos así lo evidencia su misma obra. Es así que Alexander detecta cuatro etapas históricas en el desarrollo intelectual de Pierre Bourdieu, ninguna de las cuales fue completamente estructuralista en forma, fondo o contenido. Para el profesor de Yale, el pensamiento de Bourdieu simpatiza más con los postulados del materialismo, en particular con el propio Marx, más no así con los marxistas y neomarxistas. Jeffrey Alexander argumenta que el francés constantemente intentó superar esta tendencia conceptual que lo acercaba al materialismo, introduciendo complejos conceptos que, a decir de Alexander, únicamente lo regresaban circularmente al materialismo.

Con gran abundancia de ejemplos, Jeffrey Alexander justifica y estructura sus argumentos contra el pensamiento de Bourdieu, aunque al final le otorga un poco de condescendencia al reconocer que quizá parte de las contradicciones e incoherencias en el trabajo de Bourdieu se deban a las distancias temporales existentes entre la publicación de sus obras (en su idioma original, el francés) y la edición de las mismas en lengua inglesa. Cronológicamente, esto explica en parte por qué pareciera que en un libro dice una cosa y en otro publicado al siguiente año dice lo opuesto.