lunes, 28 de febrero de 2011

La Concepción Simbólica de la Cultura

En el texto Gilberto Giménez, nos menciona que, la cultura no puede ser considerada únicamente como habito, costumbre o tradición, sino es preciso llegar al entendimiento de la cultura como proceso simbólico y abstracto a fin de entender las prácticas culturales y valorizar el significado de cada una de éstas desde el sentido simbólico.
Todas las acciones cotidianas, la forma de comunicarse entre diversos grupos culturales, así como fenómenos más elaborados como los rituales, los festivales, las obras de arte, son producidos dentro de un contexto socio-histórico por individuos específicos que se valen de ciertos recursos y elementos culturales.
Una vez que se producen y representan estos fenómenos significativos, son difundidos, recibidos, percibidos e interpretados por otros individuos situados en circunstancias socio-históricas particulares, que aprovechan ciertos recursos para dar sentido a los fenómenos en cuestión. De ahí que resulte complejo entender lo simbólico de la cultura, puesto que un símbolo tiene la posibilidad de ser polisémico y cada grupo social lo interpretará de distinta manera.
En este sentido plantea la siguiente definición de cultura: “es la organización social de significados, interiorizados de forma relativamente estable por los sujetos en forma de esquemas o representaciones compartidas, y objetivados en formas simbólicas, todo ello en contextos históricamente específicos y socialmente estructurados”.
Así, sólo es posible entender la parte simbólica y significativa de la cultura desde el estudio de la semiosis la que Umberto Eco definiera como “el resultado de la humanización del mundo por parte de la cultura”. Es decir, situarse en los contextos y procesos históricamente específicos y estructurados socialmente en los cuales, y por medio de los cuales, se producen, transmiten y reciben las formas simbólicas.
En conclusión, la cultura no sólo se queda en representaciones sociales y elementos culturales materializados, sino que trasciende a las prácticas interiorizadas que son cognitivas y sociales pero que dentro de sí tiene una carga de significados construidos a base de experiencias dentro del contexto socio-histórico en el que se desarrolla.

viernes, 25 de febrero de 2011

Los conceptos de diferencia y subordinación



El autor parte de una idea principal: las culturas populares (que da a entender que son aquellas que no poseen el poder, en cierta manera los dominados) son culturas subordinadas pero sobre todo como culturas diferentes. La base de esta idea difiere en cierta forma a la que establece que la cultura mexicana se basa en el sincretismo, en la mezcla entre la tradición indigena y la cultura de la conquista española.

¿ De que sirve establecer esta distinción? Ciertamente la cultura india (curiosamente no la llama indigena, lo cual a mi parecer no es correcto porque se puede confundir con la cultura de la India) fue dominada por la cultura española pero creó un sincretismo basado en cierta resistencia , en una manera de conservación. La cultura indigena es una cultura diferente para el autor, de igual forma las subculturas urbanas. Pero ¿diferente a qué?. Me imagino a los dominantes, que sin embargo no se pueden separar de la influencia de la cultura popular.

Otra cuestión que creo que es importante definir, es la cuestión de lo qué es la cultura popular. Cada acepción es distinta e implica una relación diferente. Tomemos por ejemplo la cuestión del arte. En la música por ejemplo, se refiere a la música popular, no como una cultura diferente, sino igual a todo lo que escuchan las mayoría de las personas. Las artes plásticas populares tiene una fuerte influencia del indigenismo. En el caso de la música, la dominación se establece creo, desde una idea mercantil, que por una parte hace a las personas sentirse integrados a lo social.

Para concluir, considero que el texto es bueno para repensar el estudio de la cultura desde el colonialismo, para saber cómo se reconfiguro la idea de una cultura distinta, una cultura dominada y saber sobre todo ¿quiénes son los dominantes?

Thomas S. Kuhn, La estructura de las revoluciones científicas.

Thomas S. Kuhn, La estructura de las revoluciones científicas.

Juan M. Fernández Chico.

Maestría en Ciencias Sociales.

UDG.

Cuando Thomas Kuhn se enfrentó de nuevo a Aristóteles, no en con la intención de mapear la historia de la física, sino a encontrar sus aportaciones a ella, tuvo un terrible encuentro. Escribe que primero pensó que Aristóteles era un pésimo físico, y que incluso sus anotaciones podían ser tildadas de ridículas. Pero había algo que no cuadraba en Kuhn. Aristóteles había sido indispensable para el desarrollo de la ciencia, había aportado en otras áreas las bases de lo que sería la ciencia actual. ¿Por qué en la física no sería igual? Además, ¿cómo explicar que la historia de la física se conectara con él si sus propuestas habían sido tan pobres y tan fuera de la realidad?

Entonces fue cuando Kuhn se encontró con ese hilo argumentativo que desarrolla en su libro de las revoluciones científicas: Aristóteles estaba situado en otro contexto, en otro marco de pensamiento en donde las cosas tenían referencia en otras definiciones. Kuhn quería conocer a Aristóteles desde un pensamiento newtoniano, es decir, desde otra forma de pensamiento, que finalmente llamó paradigma. Sin la noción de paradigma, Kuhn jamás habría entendido a Aristóteles, y la ciencia seguiría pensando en que el conocimiento es un proceso de evolución progresiva (como lo formulaba Koyré), en donde, conforme va resolviendo anomalías, va avanzando hacia el objetivo de la verdad. Kuhn dilucidó que Aristóteles hacía referencia a conceptos diferentes, con definiciones diferentes, tratando de resolver problemas que le eran ajenos a la física newtoniana. Si el paradigma es diferente, no sólo las respuestas serán diferentes (Newton y Aristóteles llegaron a respuestas diferentes a problemas similares), sino que la pregunta también lo será.

Para el modelo de ptolomeo sobre el orden del universo, las preguntas que intentaba responder se lograban gracias a ese sistema, por lo que no era necesario otro. ¿Pero qué pasa cuando las preguntas cambiaban, cuando ya no se quería saber sólo el orden de las estrellas, sino explicar los cambios de la luna, las estaciones del año, el movimiento de pequeños satélites alrededor de otros planetas? El paradigma ya no era suficiente, ya no podía satisfacer con sus explicaciones las dudas que ahora surgían.

Kuhn bordeó de manera poco profunda a las ciencias sociales, por eso autores como Renato Ortiz escribe que los paradigmas no aplican a los cambios y dinámicas de la sociedad. Pero Kuhn tiene un punto a su favor, y es que para él la ciencia no está en un proceso de volverse mejor, sino de contestar preguntas que surgen en su debido momento, cosa que resume bastante bien lo que hacen la mayoría de los científicos sociales, y que los diferencia de los otros que también han intentado resolver lo mismo.

Los conceptos de diferencia y subordinacion en el estudio de las culturas populares.

La cultura popular Mexicana se define en términos sociales, la cultura popular refiere a los grupos sociales populares a pesar de que estos no sean homogéneos. La creación de un espació  institucional generó el desarrollo de un campo de investigación. En el caso de la antropología Mexicana poco a poco se fue tomando en cuenta a las sociedades modernas como objeto de estudio y con ella surgió la necesidad de generar nuevos marcos teóricos para comprender lo que se estaba estudiando.
El término “cultura popular”, comprendiendo a la cultura como distintos grupos sociales, es institucionalizado desde la sociología norteamericana. La noción de pueblo es contrastante debido a que ahora se enfoca en solo algunos sectores sociales, así los sectores populares (comprendiéndolos como comunidades rurales, grupos indígenas, etc.) se transforman en sectores subordinados de la “cultura popular”. La herencia de la etnografía indígena cobra una nueva identidad al ayudarnos a diferenciar la cultura popular. Un grupo dominante impone su cultura ante un grupo subordinado, un ejemplo podría ser el proceso de “desindianización” en el que además de el mestizaje, culturalmente se homogeniza a los indígenas con la cultura dominante.
Sin embargo algunas formas de organización  con base local han logrado mantener factores culturales propios y a la vez adaptarse a la cultura urbana. El autor propone tanto  considerar a las culturas subordinadas de manera equitativa a las dominantes, como hacer que las culturas dominantes cambien de papel con las subordinadas, que la cultura popular fuese la subordinada.

jueves, 24 de febrero de 2011

Cultura popular


"Los sectores populares son todos los sectores subordinados y se distinguen de los sectores dominantes" Bonfil Batalla.

Según Bonfil Batalla lo histórico es lo que representa las transformaciones de las culturas, los sincretismos desarrollados a través de los movimiemtos de conquista. Toda relación entre lo popular depende de lo procesos, es por eso que nosotros después de haber sido conquistados alteró nuestro sistema de producción, anteriormente nos constituíamos de culturas natas y “puras”, sin tantos prejuicios con credibilidad y rectitud a diferencia de nuestros conquistadores, pero en la actualidad tenemos más recuerdos de la cultura que nos conquistó y no de la que provenimos, esto llegó a representar en su momento el grado de influencia que se quedó en la historia.

Las culturas populares representan ahora algunos rasgoz rescatados en las costumbres de los pueblos, en el modus vivendus de cada una de ellas, de la imaginación de lo que "eramos" y de lo que ahora representamos.

Esos bienes culturales, son culturas heredadas en sí, manifiestos de otras y adopciones nuestras, por esta tranformación Bonfil Batalla se refiere a "una cultura diferente".

“La libertad” que ahora ejercemos depende de los medios de comunicación y solo por medio del cultivo ideológico podemos "independizarnos".

"La cultura es la distancia de lo que somos y lo que quisieramos ser" Edgar Morán.



Kuhn, VII. Las Crisis y la emergencia de las Teorías Científicas
En éste capítulo el autor explica como es que se da esa transición entre el paradigma hegemónico y el surgimiento de nuevas Teorías que logran destabilizar la aparente estabilidad. La suma de ingruencias en un postulado Teórico así como la explicación parcial a un problema de investigación tarde o temprano llevan a determinada comunidad científica a replantear sus postulados con la intención de encontrar qué del modelo ya no responde a lo que es nos esta presentado como novedad o que siempre estuvo ahí pero una mirada fresca permite observar.
Casi como el efecto "bola de nieve" se van sumando investigaciones que hacen cada vez más evidente la inoperabilidad del paradigma reinante, éste parece ser, en palabras del autor, uno de los síntomas más característicos de que dicho paradigma comienza a tambalearse. El aumento en los modelos teóricos que desde diferentes direccione intentan responder a las fallas (que para ese momento son más que evidentes) del paradigma tienen un periodo aproximada de dos décadas, luego de ello, mediante consenso o no, se impondra un nuevo paradigma, el cual contendra en su interior nuevas fallas, las cuales han sido identificadas y se habrá elaborado una argumentación que logre convencer, por el momento a la comunidad científica, hasta que otra generación de investigadores considere que dichas fallas son irreconciliables y se tome la tarea de construir un nuevo paradigma.
A través de ejemplos históricos el autor logra demostrar que la Ciencia se rige por Ciclos en los que los seres humanos encontramos respuesta parciales que nos permiten entender el entorno en el que vivimos, de tal suerte que, así como el entorno no es fijo, tampoco pueden serlo las explicaciones que de éste nos hemos construido. Este razonamiento puede ser aplicado tanto en las Ciencias Exactas como en las Ciencias Sociales, pues así como nuestro entorno se transforma, lo mismo sucede con nuestra sociedad. Esto nos lleva a la imperiosa necesidad de reformularnos como entes integrantes de un cuerpo social más amplio.
Siempre es bueno releer el ya clásico libro de Thomas S. Kuhn, pues nos obliga a reflexionar sobre los objetos de estudio de nuestro interés, de manera particular, surgen reflexiones en torno a como una revolución científica en el campo de la Reproducción Asistida ha repercutido en la construcción de la institución familiar, y ello a su vez nos obliga a plantear nuevas estructuras familiares que con el paso del tiempo serán algo ampliamente aceptado por las nuevas generaciones.

miércoles, 23 de febrero de 2011

ALTA COSTURA Y ALTA CULTURA

Alta costura y alta cultura

En esta interesante lectura, Bordieu hace una descripción bastante descriptiva del campo de producción de los bienes de moda “alta costura”. Es interesante cómo es que recibe dicho nombre a partir de la homologación estructural de este campo con el de la cultura legítima, al que se encuentra siempre ligado.

En líneas muy generales pueden ser descritos los conceptos que el autor utiliza para describir el campo del mundo de la alta costura. Primeramente, considera campo al espacio de juego de relaciones objetivas entre los individuos o las instituciones que compiten por un juego idéntico. En todo campo juegan los dominantes (que tienen más capital específico) y los recién llegados. En la búsqueda del triunfo los dominantes usan estrategias de conservación, mientras que sus oponentes utilizan estrategias de subversión que buscan alterar la tabla de valores.

Los dominantes son los que poseen mayoritariamente el poder de construir objetos como algo raro por el procedimiento de la firma (marca o nombre propio que cambia la naturaleza social del objeto). Aquí tenemos la esencia de la alta costura, que es la imposición de la última diferencia legítima, “la última moda” que ofrece poder distintivo.

Pero los recién llegados juegan un papel muy importante, pues permiten, mediante su intento por destruir la jerarquía, que el campo de la moda se transforme. Los competidores saben lo que se juega, pueden destruir la jerarquía, pero no el juego en sí. La lucha permanente es el motor del campo.

En el campo de la moda se afirma el poder carismático del creador y la posibilidad de sustituir al irremplazable. La sucesión requiere transmitir el poder creador (la firma). Lo que está en juego en la sucesión es la rareza del productor.

Finalmente, el poder del campo reposa sobre la fe en la alta costura: la creencia colectiva en la firma, que es la colusión de todos los agentes del sistema de producción de bienes sagrados.
En relación a la discusión en la clase, puede concluir que hay tantos campos como industrias y espacios en donde se permitan entrar al juego. Con simples ejemplos vimos como es cosa de todos los días que los productores compitan por el prestigio y los individuos busquen distinción a través de la firma. A través de esta lectura puedo cuestionarme si ciertos campos que parecen tan inquebrantables se romperán algún día.

LA COLA DEL DRAGON

LA COLA DEL DRAGÓN
EL PAPEL DE LA CULTURA EN L A SOCIEDAD CONTEMPORÁNEA

En este artículo, el sociólogo David Coronado pretende dar un panorama del consumo cultural de la sociedad tapatía, o lo que es, el significado de la cultura en la sociedad contemporánea. Intenta hacerlo desde la definición constructivista de la cultura propuesta por Thompson, que atiende a las formas simbólicas (acciones, objetos y las expresiones significativas) en relación con los contextos y los procesos históricamente especificados y estructurados socialmente.

En su análisis de la difusión de la cultura en la ciudad, Coronado plantea como hipótesis que la promoción cultural que tanto auge ha tenido en Guadalajara, al mismo tiempo que siembra elementos de creación conlleva procesos destructivos que suceden en la sociedad contemporánea. Pero él se refiere únicamente a la promoción y consumo de la alta cultura y de las bellas artes.

Para explicar su hipótesis primeramente retoma la concepción constructivista de la cultura, que dice que a la vez que la cultura es un espacio posible para la creación y recreación del hombre, es también un espacio donde se equilibran las pulsiones eróticas y destructivas.
A mi parecer, Coronado se muestra un tanto pesimista en la transformación de los eventos de excepción (alta cultura) en eventos accesibles en Guadalajara. Sin embargo, me parece que realiza una buena descripción de su postura. Entre los problemas de este fenómeno, él destaca el de la “desinstitucionalización”, pues el consumo de los símbolos identificadores de la clase social alta propicia un individualismo emocional y desregulado que no busca la pertenencia a esa clase social, sino el abono en su experiencia íntima.

Coronado afirma que la sociedad contemporánea se encuentra ante una nueva dinámica social, caracterizada por la convergencia de cualquier tipo de extremos y dominada por una contemporaneidad subjetivizada.

Realmente considero que fácilmente podemos encontrar esta convivencia de extremos en Guadalajara, pero en relación al objetivo que perseguía Coronado, me parecen insuficientes las evidencias que proporciona. Me parece que en el artículo de dedicó a tratar de convencer, mediante interpretaciones de conceptos propias y de otros autores, de que todo consumo cultural tiene su lado destructivo, pero no logra con ello dar un panorama del papel de la cultura en la sociedad contemporánea.

Me parece que si escribe desde la postura constructivista, podría haberle dado un gran espacio de papel a explicar el contexto en que la ciudad lleva a cabo “la apropiación simbólica”.
Finalmente, considero que es muy contradictorio que durante todo el artículo sostenga “lo peligrosa” que es la cola del dragón (que interpreté como el consumo cultural) y que al concluir, con un comentario de dos renglones la considere como la esperanza y los anhelos de la humanidad que lucha por expresar su existencia en la justicia y la igualdad.

martes, 22 de febrero de 2011

Programa del curso (Maestría)

Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades

Departamento de Estudios de la Comunicación Social

TEORÍA DE LA CULTURA

Elaborado por:

Luis Rodolfo Morán Quiroz, Departamento de Estudios de la Cultura Regional

18 de febrero de 2011



2. PRESENTACIÓN

Este curso presenta algunas de las posiciones y de estos intentos por definir qué es cultura, además por diseñar maneras de delimitar, estudiar, analizar y comparar a las culturas entre sí. ¿Es cultura equivalente a civilización? ¿Es equivalente a años de escolaridad? ¿Constituyen cultura las presentaciones en el teatro Rosas Moreno de Lagos de Moreno, o en el Degollado de Guadalajara, o solamente merece ese nombre lo que se presenta en los grandes museos y auditorios del primer mundo, industrializado?

A lo largo de las sesiones del curso discutiremos algunas de las definiciones propuestas y sus diferentes rangos de aplicación. Algunas disciplinas de las ciencias sociales incluso han añadido el adjetivo de “cultural” a sus campos de acción. ¿Es posible hacer historia de la cultura o antropología cultural? ¿Cómo y dentro de qué límites? Complementa el curso el análisis de algunos ejemplos concretos.



3. UNIDAD DE COMPETENCIA

A partir del concepto de cultura el alumno comprenderá la evolución del término, los discursos, las disciplinas y áreas de investigación, así como los cambios en las preocupaciones colectivas.

Para ello los alumnos recurrirán a miradas transversales para el estudio de esta dimensión de lo social a través de varias disciplinas: sociología, antropología, historia y comunicación.


4. SABERES

Saberes prácticos

El alumno reconocerá los discursos, disciplinas, enfoques y autores que han discutido en torno a la cultura y su importancia en las sociedades modernas.

Saberes teóricos

El alumno identificará y distinguirá diversas interpretaciones, concepciones y teorías de la cultura que han intentado explicarla, controlarla, describirla y analizarla.

Saberes formativos

El alumno comprenderá la importancia del análisis histórico, antropológico, sociológico y comunicativo para la interpretación de las prácticas y discursos contemporáneos en torno a la cultura.



5. CONTENIDO TEÓRICO PRÁCTICO (temas y subtemas)

Teorías, paradigmas y elaboraciones conceptuales

Las teorías sobre la cultura y las disciplinas en el campo académico y cultural

Evolución y variedades del concepto

Civilización, cultura, modernida y posmodernidad





6. ACCIONES

- Asistir a clase;

- Discutir durante las sesiones;

- Realizar las lecturas;

Y además:

- Redactar breves “controles de lectura” para cada sesión

- subir los textos de “control de lectura” a la bitácora del curso (http://conceptualdelacultura.blogspot.com/)

(para ello, será necesario que envíen su domicilio de correo electrónico al buzón de su querido profesor de teorías de la cultura, quien les mandará una “invitación” a participar en la bitácora);

- Redactar dos ensayos: uno a la mitad del curso, con un tema teórico y otro con una aplicación empírica de lo discutido en el curso

- también subir estos ensayos a la bitácora del curso;

- retroalimentar en clase y por escrito los textos de los compañeros de curso…





ELEMENTOS PARA LA EVALUACIÓN

7. Evidencias de aprendizaje 8. Criterios de desempeño 9. Campo de aplicación

1. El alumno manejará y comprenderá los principales conceptos y propuestas sobre el tema;

2. El alumno será capaz de distinguir, de forma oral y escrita, las diferencias entre las propuestas de varios autores;

3. Controles de lectura y ensayos durante el curso 1. Después de las lecturas y el tema de cada sesión el alumno deberá participar en la clase añadiendo sus propias experiencias, reflexiones y cuestionamientos para enriquecer el contenido y la dinámica del curso.



1. Para analizar textos, pogramas de medios de comunicación masiva (radio, TV, prensa) y discursos y otras expresiones sociales en vivo.



2. Desarrollo de habilidades críticas a través de la observación y el análisis.



10. CALIFICACIÓN

- Al menos un control de lectura por cada uno de los textos (una-tres cuartillas);

- Dos ensayos:

1. Sobre un tema de los discutidos en el curso;

2. Sobre una aplicación empírica de las teorías discutidas

-Participación en las sesiones (el que no demuestre que su boca refleja sus pensamientos y éstos a sus lecturas, y sus escritos sus capacidades de análisis, no espere una calificación sobresaliente)

- Sugiero: escribir una reseña sobre un texto reciente de cultura, para someter a publicación en la revista Estudios Sociales, Nueva Época (U. de G.)



11. ACREDITACIÓN

Cubrir los requisitos señalados arriba. Cada estudiante debe asegurarse se revisar ortografía y redacción de sus textos. Utilizar ls convenciones académicas para las citas y referencias.







12. BIBLIOGRAFÍA

BIBLIOGRAFÍA BASICA

Alexander, Jeffrey C. y Steven Seidman (eds.). Culture and Society. Contemporary Debates. Cambridge U. Press.

Bonnewitz, Patrice. La sociología de Pierre Bourdieu. Claves. Buenos Aires.

Bourdieu, Pierre. Sociología y cultura. Conaculta/Grijalbo.

Bundesministeriun für Wissenshaft un Verkehr. The Contemporary Study of Culture. Die Deutsche Bibliothek. Viena.

Douglas, Mary. Risk and Blame. Essays in Cultural Theory. Routledge.

Echeverría, Bolívar. Definición de la cultura. FCE. Itaca.

Giménez, Gilberto “La concepción simbólica de la cultura” en Estudios sobre la cultura y las identidades sociales

Kuhn, Thomas. La estructura de las revoluciones científicas.

Münch; Richard y Neil J. Smelser (eds.). Theory of Culture.

Reynos, Carlos (comp.). El surgimiento de la antropoogía posmoderna. Gedisa.

Ritzer, George. Sociology a multiple paradigm science.

Schröder, Gerhart y Helga Breuninger. 2009. Teoría de la cultura. Un mapa de la cuestión. Fondo de Cultura Economica

Turner, Jonathan H. (ed.). Theory Building in Sociology. Assessing Theoretical Accumulation.



BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA

Actes de la recherche en Sciences Sociales. Regards croisses sur l’anthropologie de Pierre Bourdieu. Seuil. París.

Alexander, Jeffrey C. Fin de Siècle Social Theory. Relativism. Reduction, and the Problem of Reason. Verso.

Augé. Marc. Hacia una antropología de los mundos contemporáneos. Gedisa. México.

Bell, Daniel. Las contradicciones culturales del capitalismo. Conaculta. México.

Bromley et al. Cultural Studies. Grundlagentexte zur Einführung. Klampen. Hamburgo.

Edgar, Andrew y Peter Sedwick. Cultural Theory. The Key Thinkers. Routledge.

Geertz, Clifford. Local Knowledge. Further Essays in Interpretive Anthropology. Basic Books.

Geertz, Clifford. The Interpretation of Cultures. Basic Books.

Geertz, Clifford. Works and Lives. The Anthropologist as Author. Stanford University Press.

Sweetman, Caroline (ed.). Women and Culture. Oxfam.

lunes, 21 de febrero de 2011

Los conceptos de diferencia y subordinación en el estudio de las culturas populares

Sin duda el capitalismo y la globalización, han hecho que las raíces de la sociedad perezcan continuamente, ante la amenaza diaria de las prácticas mercantiles en las relaciones sociales. El concepto de “Cultura Popular” se ha relacionado erróneamente como algo vulgar o lo más bajo de la sociedad, sin saber que lo popular es lo característico de los diversos grupos sociales que conforman una nación, sus bases, sus conceptos. Tal es el caso de la música popular, donde la cumbia, lo norteño o lo grupero, dan muestra del actuar diario de las personas, sus ritmos, su lenguaje. En cambio, la música de “elite” por llamarlo así no contiene ninguna característica de las raíces de un país, más si este último se encuentra dominado por países “primermundistas”.
Como menciona Bonfil Batalla, “la diferencia cultural se mantiene: los colonizados deben tener otra cultura, distinta de la del colonizador”, pero ninguna de las dos es menos importante que la otra. Hemos adoptado conductas que han hecho olvidar lo que realmente somos y a lo que pertenecemos.
El proceso de desindianización o mestizaje, ha propuesto en olvidar elementos importantes de nuestra cultura, por ejemplo dentro de la indumentaria regional, donde buscamos otras vestimentas de diversas marcas o modificar la dieta tradicional por alimentos totalmente fuera de nuestro contexto, no solo afectando en nuestra cultura, sino también en nuestra salud. Recordemos que este término ha surgido desde la época colonial, donde los centros urbanos se han bañado de múltiples aspectos culturales, siendo esto inevitable para las personas que se congregan en la urbanización.

Los conceptos de diferencia y subordinación en el estudio de las culturas populares




Los conceptos de diferencia y subordinación en el estudio de las culturas populares

El texto se centra especialmente en México y la diferenciación de las culturas populares en relación a su procedencia étnica, se plantea una premisa donde Bonfil Batalla, dice que “la cultura popular no se define ahora en términos de culturales sino en términos sociales”, en base a esto el autor nos deja ver claramente su enfoque hacia el campo de los conceptos “dominación”, “subordinación” de la sociología. La diferenciación que hace, se centra en la distinción de los rasgos que forman parte de cada cultura popular, y menciona que la condición “popular” de la cultura es solamente dictada por el análisis que hacen los observadores de la cultura, se sabe que hay un gran espacio metodológico que aún no se ha llenado en el estudio de las culturas populares en México y en ocasiones se mal entiende “popular” por lo tradicional.

La idea de cultura urbana es un concepto que se aborda desde la perspectiva sociológica norteamericana y antropológica, Bonfil Batalla dirige su discurso hacia la adaptación social que un grupo aborigen de México, tiene que enfrentar cuando llega a los grandes centros urbanos donde las individualidades son lo más preciado por los habitantes de la ciudad. Entonces es cuando el autor plantea su idea de una cultura popular fraccionaria, siendo ahora ya no sólo una cultura popular sino múltiples culturas populares; ésta segmentación detonará la diferenciación y particularidad de los contenidos y elementos culturales de ciertos sectores, es decir, los sectores populares que ahora tienen la característica de ser los subordinados dentro del juego dominación/subordinación.

Debido al momento de subordinación cultural, se puede observar un resultado de dentro de las culturas diferentes, y surgen las subculturas que son objetos de la visión de la cultura dominante. Por lo que Bonfil dice que se entienden estas subculturas como “expresión de los desniveles culturales al interior de una sociedad estratificada” así que esto puede ser medido como la accesibilidad al espacio común donde los dominadores ejercen su poder.

Lo propio y lo ajeno


En el texto de Bonfil Batalla sobre lo propio y lo ajeno, se hace especial énfasis en una dicotomía cultural que se hace evidente en la relación sociedad-cultura. El autor nos pone a pensar sobre los “problemas” que brotan cuando dos culturas diferentes se enfrentan, y lo que pasa cuando estas culturas no son sólo diferentes en identidades y tradiciones, sino cuando una es más fuerte que la otra, ya sea en el plano coercitivo, simbólico o cultural, y termina por dominar a la más débil. Bonfil Batalla nos lo menciona con los conceptos de “dominación y subordinación” en el ejercicio asimétrico del poder.

Se nos plantea que la cultura es un fenómeno social, y por ende, no puede estar fuera de los procesos mediante los cuales las sociedades construyen y observan su mundo. Así que el control en binomio con la cultura, trata no solamente de consumo y utilización de elementos, sino que implica una capacidad de producción y reproducción de múltiples elementos integradores del imaginario, y es solo uno más de esos procesos sociales en los que la cultura se encuentra sumergida.

En la lucha perpetua entre culturas dominantes y dominadas, surgen los elementos culturales: propios y ajenos que no tienen una connotación singular y los hace parte de la colectividad dando paso a lo “nuestro” y lo “de otros”. En medio de estas ideas, es que Bonfil Batalla nos presenta sus tipificaciones de la cultura que dentro del plano de lo propio son: la cultura autónoma y cultura enajenada, dentro del campo de lo ajeno son: la cultura apropiada y la cultura impuesta; por lo anterior, podemos decir que la dinámica en los procesos de control cultural se expresa en estos cuatro conceptos básicos.

La relación dominante-dominado ha evolucionado con los tiempos, ahora la relación es más metódica y se puede observar que hay también culturas que surgen como producto de la dominación que se ejerció al principio de la ocupación por parte de la cultura colonizadora sobre los colonizados, a esta nueva cultura Bonfil la denominó cultura subalterna que en términos de procesos de colonización la podemos catalogar como la cultura que nace de los mestizos. La cultura mestiza y pueblo dominado, en el capitalismo se vuelve objeto de estratificación social, es decir, el concepto de clase social se le adhiere y ahora se vuele clase social dominada y subalterna.

El discurso contemporáneo vigente que da sentido y moldea nuestras sociedades es el del capitalismo, por lo tanto la constitución de nuestras sociedades se hace entorno a las políticas del consumo, así que en las nuevas sociedades podemos observar cada vez más una preferencia por la disposición y utilización de los elementos culturales ajenos, en lugar de una producción y reproducción de elementos propios en las culturas dominadas y subalternas. Y lo anterior, no porque sean incapaces de generar sus propios elementos culturales, sino por una tendencia unidireccional que rige al capitalismo y este es el consumo; Bonfil nos dice que es debido a que en el capitalismo se encuentra una idea inmersa que promueve una baja autoestima productora de elementos culturales propios, y poco estimulante a la creación de elementos nuevos.

Los conceptos de diferencia y subordinación en el estudio de las culturas populares

En muchas ocasiones hemos escuchado o leído el termino de “culturas populares” y rápidamente pensamos en lo más bajo de nuestra sociedad. Bonfil nos invita a reconocer y reconocer esta cultura propia de los pueblo, algo que con el fenómeno de mestizaje se puede desaparecer y nos olvidamos de lo nuestro. El interés de este antropólogo mexicano por la cultura de los pueblos indígenas y después por el conjunto de pueblos, comunidades y expresiones culturales configuradas históricamente y que él imaginó como el “México profundo”, perduró desde su juventud hasta su muerte prematura en 1991. La historia de México, desde la Colonia hasta la actualidad ha estado marcada por la manera en que se articulan las transformaciones sociales endógenas con un proceso de orden civilizatorio que abarca todos los continentes. Investigando un poco, en los años ochenta confluyen una serie de iniciativas institucionales y académicas que marcan el momento más complejo y amplio del debate sobre cultura popular. Una de las primeras rupturas con las concepciones previas fue cuestionar el efecto totalizante del concepto: no hay cultura popular en singular, sino múltiples expresiones culturales de origen popular, formas plurales de existencia de lo popular, situaciones concretas de explotación económica, de subordinación política y de hegemonía ideológica que requieren ser estudiadas en su concreción. La sociedad mexicana es una sociedad estratificada, donde los desniveles culturales deben estar presente en ella al igual que está presente la desigual distribución de la riqueza, y lo que nos ha enseñado la antropología es que hay culturas diferente, otras culturas distintas de la dominante. Las culturas populares resultan ser, por definición, culturas subordinadas, con todas las implicaciones del término. “La cultura popular es la cultura de los de abajo, fabricada por ellos mismos, carente de medios técnicos. Sus productores y consumidores son los mismos individuos; crean y ejercen su cultura. No es la cultura para ser vendida sino para ser usada. Responde a las necesidades de los grupos populares”. (Margulis, 1982: 44). Hay que ponernos a pensar ¿Cuál es mi cultura? y ¿Cómo puedo relacionarme a partir de mi cultura con las culturas de los otros?

Los conceptos de diferencia y subordinación en el estudio de las culturas populares

Entiendo que “Cultura Popular” representa más que baja cultura las formas de vida de las personas que en su quehacer cotidiano expresan elementos culturales que los identifica dentro de un conjunto social.
En este sentido Guillermo Bonfil menciona que la cultura popular es la que identifica a los pueblos, pero que no está exenta de las influencias de la sociedad. La Cultura Popular, no debe ser concebida como lo último que existe en la sociedad; antes bien se debe precisar entender cuáles son las manifestaciones y elementos culturales con los que cuentan estos distinguidos grupos.
Los diversos grupos sociales, tienen ideologías distintas, forma de comportamiento y hasta lengua propia, tradiciones, costumbres; es resumen una cultura propia. Misma que a juzgar por la sociedad es lo menos significante que existe. Claro esto desde la mirada dominante resultado de la colonización que lo único que provocó en las personas es el auto-rechazo y el desprecio a los de su propia cultura.
Creo en contraste con Bonfil, que lo popular no se refiere únicamente a las culturas y pueblos indígenas o a los campesinos, sino también a la trama espesa de los mestizajes y las deformaciones de lo urbano por el surgimiento de las masas.
La cultura popular en todo caso es lo que identifica a los pueblos, es lo que le da reconocimiento social y por tanto no debería ser objeto de discriminación o indiferencia. Más bien se debería procurar un populismo general enfocado al rescate de las raíces culturales. Lejos de la contaminación cultural y política por parte de la dominación que de manera hegemónica ha logrado la negación misma de lo popular.
De esta manera propongo el uso de la comunicación popular con el propósito de recuperar el significado cultural y la memoria histórica, de la vida cotidiana y de la experiencia humana de la realidad de los grupos de la cultura popular. “Pensar una diferencia que no se agote en el atraso” (Barbero).

domingo, 20 de febrero de 2011

LOS CONCEPTOS DE DIFERENCIA Y SUBORDINACIÓN EN EL ESTUDIO DE LAS CULTURAS POPULARES

Este texto se centra en el estudio las culturas populares en nuestro país y cómo éstas han tomado relevancia e importancia metodológica y social.
Primero debemos decir que la cultura popular no se define en términos culturales sino sociales. Así que el camino consiste en identificarla como un grupo social definido como popular. Se dice que la condición popular es ajena a al cultura misma y se deriva de la condición popular que vive el sector social que se estudia.
Otro punto que merece atención es la rapidez con que se acepto y creció en el medio antropológico y fuera de este el término cultura popular.
A partir de 1976 se fue estableciendo y creciendo una necesidad de una marco conceptual que le permitiera a los antropológicos moverse en terrenos distintos a los acostumbrados.
Después se institucionalizo el término de cultura popular el cual se define a partir de diversos grupos sociales. La cultura popular, proviene de los estudios del pueblo y ésta no se define por sus contenidos particulares sino por ser una cultura de ciertos sectores de la sociedad, los cuales también tiene una relación con otros sectores y todos juntos forman la sociedad.
Lo popular y no lo popular varia en quien es el que domina y quien es el subordinado, todos los sectores populares son aquellos que son subordinados por alguien de mayor poder.
Para su estudio se trata a las culturas populares como culturas diferentes; otros sin embargo las tratan como subculturas o grupos subalternos resultados mismos de una dominación que forman parte de una sociedad estratificada.
Se dice que el patrimonio cultural se distribuye de manera desigual entre los diferentes sectores de ese todo social. Bonfil aporta que las subculturas de los grupos subordinadas son manifestaciones degradadas e incompletas de una cultura que solo se expresa coherentemente en los grupos dominantes. Así que las culturas populares no existen como un todo sino como carencias, niveles inferiores de una cultura mal distribuida.
Ahora cuando se habla de pueblos con cultura diferente, es cuando éstos tienen cultura propia el cual es el eje de resistencia para la dominación los cuales luchan por entrar de manera equitativa a esa cultura dominante.
La mayoría de los estudios de culturas populares parten del supuesto de estudiar una cultura diferente y esto tiene una herencia de tradición etnográfica de las culturas indias y según el autor es mejor concebir a estos estudios como si se tratara de una cultura diferente a una cultura subordinada, ya que se acata más al contexto histórico de México.Concluye diciendo que el estudio de la cultura popular representa para la antropología mexicana un conjunto de retos históricos y metodológicos más ambiciosos y promisorios de lo que parece a primera instancia

LO PROPIO Y LO AJENO:

Lo propio y ajeno tiene una connotación social y no individual, es la frase con la que abro este ensayo porque es lo que me dará pauta para analizar los trece puntos que aborda Bonfil del control cultural que existe en la sociedad.
Dice que los procesos culturales ocurren cuando dos grupos con cultura e identidades diferentes están vinculados por relaciones de dominación o subordinación, lo cual genera la noción del control cultural.
Además aporta que el control cultural es la capacidad de decisión sobre los elementos culturales, además la define como una capacidad social de decisión el cual forma parte fundamental de un sistema cultural que incluye valores, conocimientos, habilidades, etc. Un punto importante es que dice que el control cultural no es absoluto ni abstracto sino histórico.
Explica además los elementos culturales que son aquellos recursos de una cultura que se ponen en juego para formular y realizar un propósito social, como lo son: Materiales; de organización que son las relacione sociales; de conocimiento, son las experiencias asimiladas y capacidades creativas; simbólicos, que son códigos de comunicación y emotivos, que son los sentimientos, valores, etc.
Todo proyecto requiere de toda la acción de todos estos elementos, lo cual hace que se haga posible el proyecto, ya que determina los límites, y el tiempo. Algo importante es conocer que los elementos culturales son fenómenos históricos que cambian en el transcurso del tiempo.
Bonfíl opina que la dialéctica del control de la cultura no se establece entre lo mío y lo tuyo sino en lo “nuestro y de los otros”.
Define los tipos de culturas que existen:
Cultura autónoma: el grupo social que posee el poder de decisión sobre sus propios elementos culturales, son capaces de producirlos usarlos y reproducirlos.
Cultura impuesta: ni las decisiones ni los elementos culturales puestos en juego son del grupo social, sin embargo los resultados si entran en la dinámica del grupo.
Cultura apropiada: los elementos son ajenos, ya que su producción y reproducción no esta bajo el control cultural del grupo, pero los usa y tiene decisión sobre ellos.
Cultura enajenada: aquí los elementos si son propios pero la decisión sobre ellos es expropiada.
Entre los ámbitos de la cultura autónoma y la cultura apropiada es lo que conforma a la cultura propia, la cual es una capacidad social de producción cultural autónoma y ahí es donde entra en juego la creatividad y la innovación.
Es muy fuerte el punto que plantea el autor que afirma que sin cultura propia no existe sociedad como unidad diferenciada.
Dice que el grado y modalidad del control cultural, pude darse de manera total o parcial, directo o indirecto, siempre en relación con sus elementos culturales. El control indirecto es aquel en el que el grupo posee la capacidad de decisión propia, pero dentro de una gama de posibilidades escasas y limitadas las cuales han sido impuestas por la sociedad dominante.
Otro punto interesante acerca de la cultura propia, es que tiene la capacidad de respuesta autónoma ante la dominación y opresión. Existen en todos las sociedades personas o grupos que tienen esta capacidad. Existen en otras sociedades capas intermedias entre la sociedad dominada con la dominadora, sirven como una especie de balanza entre ambas.
Plantea diferencias entre una clase subalterna y un pueblo colonizado, ambos en el centro de un mismo Estado. La clase subalterna y dominante forma parte de una sola sociedad de un mismo sistema cultural, sin embargo en una sociedad capitalista esta clase subalterna no tiene voto ni toma de decisiones sobre los elementos culturales de la que es participe.
Un pueblo colonizado es aquel que posee una cultura diferente, la que posee la sociedad colonizadora, el pueblo colonizado lucha por su autonomía, la clase subalterna por tiente poder alguno dentro de la sociedad en la que se desarrolla. Las clases subalternas no poseen una cultura distinta, sino una cultura general de la sociedad pero lo hacen a un nivel distinto, sí poseen cultura propia y mantiene poder sobre sus elementos culturales.
Para concluir es interesante saber que, según este autor, la cultura propia es la que la te da cosmovisión del mundo.

Lo propio y lo Ajeno

(Foto: Diana Padilla)
La conciencia de una sociedad se encuentra limitada ante las prácticas individuales, ante la "dominación", ante el establecimiento de nuevas decisiones en todos los grupos que conforman una "misma sociedad."

Bonfil Batalla explica esas decisiones que permiten a las personas apropiarse de una cultura, que deriva de una resignificación cultural. Ante esto algunas de ellas se encuentran ubicadas en la resistencia de tomar lo ajeno como propio, sin embargo él dice que no debe existir un control democrático, ya que en "todas las sociedades hay personas o grupos (especialistas, autoridades internas) que tienen capacidad de decisión al interior del grupo".

Se explica también que todos estos procesos de transformación son derivaciones de lo histórico, de todas las prácticas adoptadas a través de las distintas formas de fusión entre las culturas. Es decir "el que una decisión sea propia o ajena depende de la legitimidad que tenga o, en otras palabras, de su grado de consistencia con la cultura propia del grupo".

La apropiación de las diferentes prácticas sociales lleva únicamente reconstrucción constante, de una resignificación, y sobre todo a una pérdida de identidad. Esta que a su vez se convierte en otra.


sábado, 19 de febrero de 2011

doble imposición

Del texto de Bonfil donde se conceptualiza los tipos de cultura, la autónoma, la impuesta, la apropiada y la enajenada. Bonfil Batalla explica cada uno de ellos y hace referencia a la relación colonizador/conquistado en términos políticos y culturales.
Contextualizando a nuestra época y region actuales, podemos entender la imposición cultural por parte del sistema mexicano en el cual estamos inmersos y de cómo este "obliga " a los sectores indígenas a adherirse a la estructura cultural que se impone.
Pero, ¿No sucede igual por parte de los obligados a que ellos obliguen al extraño a adoptar su cultura? Ejemplo rápido. Mi madre nació en un rancho. Ella y su familia salieron de ahí cuando era pequeño y emigraron a la ciudad. Un día en que estaba de visita con sus familiares surgió una conversación sobre un viejo conocido, su nombre era Máximo. Así fue como ella lo nombró, de manera correcta y aceptada en la ciudad. Sin embargo sus familiares se burlaron de ella porque ellos pronunciaban el nombre "Masemo". Despues de varias burlas ella decidió que mientras estuviera en la localidad no hablaría de la manera que ella lo hacía. ¿Fue o no una imposición cultural?

Lo propio y lo ajeno: una aproximación al problema del control cultural. Guillermo Bonfil Batalla






Bonfil ofrece una conceptualización que nos permite observar las relaciones establecidas entre el grupo social que posee la capacidad de decisión y los elementos culturales sobre los que decide. De modo que, luego de analizar las distintas combinaciones entre estos dos factores hace visible el modo operativo del control cultural. Éste, se materializa en la existencia de una batalla que libran los dominadores y los dominados en orden de preservar o imponer sus elementos culturales. Del anterior enfrentamiento devienen cuatro tipos de culturas: cultura autónoma, cultura impuesta, cultura apropiada y cultura enajenada.



Así pues, el autor establece que el control cultural funciona en relación a los procesos de resistencia de la cultura autónoma, imposición de la cultura ajena, apropiación de los elementos culturales ajenos (que pueden usarse, más no producirse y reproducirse) y la enajenación (pérdida de la capacidad de decisión sobre los propios elemento culturales).



De acuerdo con Bonfil, a pesar de que la naturaleza de los elementos culturales de los subordinados se reconfigura luego de sufrir los procesos de imposición, apropiación y enajenación, el sentido de pertenencia a determinado grupo social hace que su cultura propia no muera. Sin embargo, creo que en el caso de la cultura nacional, la fragmentación y estratificación social y las relaciones de poder que las dictan, propician el debilitamiento de la cultura propia. Podemos ver entonces, cómo se da paso a la entrada de ajenos elementos culturales y al control de los propios.


Es posible, que el problema de que México no pueda ser una cultura autónoma recaiga en que la capacidad de decisión sobre sus elementos culturales se encuentra en manos tanto de dominadores exteriores (otros países) como de dominadores internos (clases altas) que ostentan el poder económico, político y social. El país es a la vez subordinado y colonizado.


Los grupos de poder ofrecen una autonomía ilusoria al grupo subalterno: son capaces de decidir respecto a sus elementos culturales, en relación a las limitadas opciones que se les ofrecen. Lo anterior provoca que la iniciativa y la creatividad de los ciudadanos se vean amedrentadas, limitando también sus aspiraciones de igualdad.

La cola del dragón. El papel de la cultura en la sociedad contemporánea. David Coronado

En este texto se plantean algunas de las implicaciones de un supuesto aumento en la oferta cultural en Guadalajara. El autor considera que el aumento de oferta ha propiciado un consumo cultural que tiene que ver más con el placer y la experiencia íntima que con la búsqueda del prestigio y la distinción social. 


Me parece que el desarrollo del tema en el texto es algo confuso. Aunque se menciona que el artículo buscará clarificar la manera en que la cultura actúa en el consumo de la “alta cultura”, no se específica qué bienes culturales entran en esta clasificación. Por otra parte, algunas afirmaciones no son del todo claras, en un principio se habla de un consumo cuasi masificado de los eventos culturales y en las conclusiones se sostiene que el acceso a la oferta cultural es restringida a una pequeña parte de la población.


Considero que algunos argumentos cobrarían mayor fuerza si fueran sostenidos en evidencia empírica. Por ejemplo, al hablar de que la promoción cultural en Guadalajara ha ocasionado que los eventos que en el pasado no eran viables ahora sean cotidianos, sería conveniente incluir datos que hagan evidente la afirmación. Además, surgen algunas dudas, ¿los eventos son cotidianos para quién?, ¿qué tipo de eventos son?, ¿atienden a la “alta cultura”? 


Así pues, la duda está en si las personas que asisten a los eventos que se ofertan lo hacen porque se pusieron a su alcance o porque independientemente de la accesibilidad pretenden satisfacer el deseo de una experiencia personal. En mi opinión, el consumo cultural de la mayoría de la población de la ciudad aún no se ha visto impulsado por el placer puro y la experiencia personal, sino que por legitimación institucional que aún tiene mucho peso.


viernes, 18 de febrero de 2011

Lo Propio y lo ajeno: El control cultural

El ser humano es un actor social que se constituye de prácticas culturales determinadas por la sociedad de manera convencional. Las acepta y encuentra valor y sentido dentro del espacio en el que se desarrolla. Las costumbres, tradiciones, los hábitos, son los elementos que integran la cultura.
Guillermo Bonfil, explica que el control cultural como la forma de control social en que se afecta la capacidad de decisión sobre los elementos culturales. Este control cultural que tiene connotaciones sociales y no precisamente sólo individuales; no sólo implica la capacidad social de usar un determinado elemento cultural, sino su importancia radica en producirlo y reproducirlo.
Dicho control del que habla Bonfil, tiene que ver con la creación de la identidad cultural o los proyectos de nacionalización única, que buscan que todo individuo reconozca su cultura y logre la resignificación de la misma. En este sentido clasifica las prácticas y elementos culturales de acuerdo con una cultura autónoma, impuesta, apropiada o enajenada.
Ante este planteamiento, es preciso identificar qué tipo de cultura se relaciona con los elementos culturales que forman parte de nuestra sociedad. Si bien es cierto que podemos actuar de manera individual, Bonfil señala que nuestros actos e incluso decisiones están fuertemente influidos por un conjunto social. Y es que pensar en lo propio y lo ajeno, nos lleva a ver la cultura desde el sentido colectivo y no personal.
Sin embargo argumenta que es posible crear una “cultura propia” a partir de los ámbitos de la cultura autónoma y de la apropiada; se ponen de manifiesto las expresiones culturales de acuerdo a la posición que adopte cada individuo. Así, se puede pensar en la posición de amo y del esclavo o dominante y dominado. Eso es lo que interesa aquí, entender cuál es nuestra posición y cómo se comportan los diversos grupos sociales en términos culturales.
Una sociedad puede tener, según el momento histórico de su desarrollo, una cultura de resistencia, una cultura de innovación, o una cultura de apropiación; siendo estos tres momentos dependientes del grado de control de los elementos culturales que tenga una sociedad, ya sean propios o ajenos.

Lo propio y lo Ajeno: una aproximación al problema del control cultural

Bonfil Batalla nos presenta esta relación tan estrecha entre clases sociales y cultura. El hablar de lo propio y lo ajeno no es alguna connotación individual, sino una connotación social donde el control cultural ya no se establece entre lo que es mío y lo que es tuyo, más seria entre lo nuestro y lo de otros. Nos plantea también que cuando hablamos de lo propio y lo ajeno, no solo nos referimos a los grupos étnicos, sino también a todos aquellos grupos que se supone toman decisiones propias, es decir tener un control cultural. Por control cultural se entiende la capacidad de decisión sobre los elementos culturales. Como la cultura es un fenómeno social, la capacidad de decisión que define al control cultural es también una capacidad social, lo que implica que, aunque las decisiones las tomen individuos, el conjunto social dispone, a su vez, de formas de control sobre ellas. Cuando hablamos de elementos culturales se entienden como recursos de una cultura que resulta necesario poner en juego para formular y realizar un propósito social (material, de organización, de conocimiento, simbólico y emotivo). Dentro de una sociedad podemos encontrar el grupo social que es quien decide y los elementos culturales sobre los cuales decide, por ello se puede detectar cuatro categorías dentro de la cultura: Cultura autónoma: poder de decisión de sus propios elementos culturales; una Cultura Impuesta: donde el grupo social no tiene voz ni voto; una Cultura apropiada: donde los elementos culturales son ajenos; y por último una cultura enajenada: donde el poder de decisión sobre los elementos culturales es despojado. Ante esto la cultura autónoma y la cultura apropiada conforman el universo de la propia cultura. Esta capacidad de decisión dentro de un sistema cultural que incluye valores, conocimientos, experiencias, habilidades. Por ello no es abstracto, si no histórico, de generación en generación. Ahora la pregunta que nos deberíamos hacer como sociedad, ¿Sabemos identificar lo que es nuestro y lo que no?

Lo propio y lo ajeno: Una aproximación al problema del control cultural

La enajenación generalizada en la sociedad en la que sobrevivimos, ha condicionado el pensar y el actuar de todos y de cada unos de los que la conformamos, influenciadonos por elementos constantemente que están presentes en el acontecer diario, uno de ellos es la dependencia económica donde giran intereses mercantiles. Considero que el clasificarnos dentro de unos de los aspectos de cultura que marca en la lectura Bonfil Batalla (autónoma, impuesta, apropiada o enajenada) es difícil de hacer, ya que en un alto rango de nuestra población hemos formado parte de una hibridación de todas estas clasificaciones, donde de manera inconsciente participamos en nuestro actuar diario.
El complejo nivel de desarrollo humano dentro de los pocos pueblos o grupos étnicos de nuestro país son presas constantes de la atractiva pero no gratificante vida capitalista, donde la imposición surge efecto, obligando a las personas a una apropiación necesaria para así poder sobrevivir.
Dentro de la sociedad capitalista, el inculcar a las personas a perfilarse en un concepto de no generadores de ideas y conceptos que enmarquen acciones para el rescate de la cultura autónoma, si es que esta todavía existe, de no ser así recurrirá a la resurrección de la misma, de lo contrario lo monótono y lo infame seguirá persistiendo.

LO PROPIO Y LO EXTRAÑO, de Guillermo Bonfil

Signos necesarios para apropiarse de la cultura "Gangsta"


En el texto de Bonfil, se establecen distintas definiciones para entender la relación entre la sociedad y cultura. El autor toma elementos de la teoría marxista en la que la sociedad funciona mediante relaciones asimétricas de poder de dominantes/subordinados. El control cultural es la capacidad de decisión sobre elementos culturales. Para el autor el control cultural no es ni absoluto, ni abstracto sino histórico.
Los elementos culturales son los recursos que una cultura pone en juego para formular y realizar un propósito social (los materiales, la organización, los conocimientos, los simbólico y lo emotivo).
Bonfil clasifica a las culturas en cuatro clasificaciones:
Cultura autónoma: la que posee capacidad de decisión sobre sus propios elementos culturales.
Cultura impuesta:  ni los elementos culturales, ni las decisiones son del grupo social
Cultura apropiada: los elementos culturales son ajenos, pero el grupo decide usarlos y decidir sobre ellos.
Cultura enajenada: la decisión sobre los elementos culturales es expropiada.

La cultura propia se define por una relación en la cultura autónoma y la cultura apropiada. La cultura autónoma es la base de la creación de los pueblos, es la expresión original.

El control que se ejerce sobre los pueblos o sobre la cultura puede ser parcial, directo o indirecto. Los métodos por los que se ejercen el control tiene que ver en una sociedad capitalista con la división que representa tener los medios de producción. Además del contros de los medios se puede inferir que existe un poder simbólico que es justamente el que controla a la cultura. Michel Foucault fue uno de los que habló sobre las manera en que ejerce el poder por medio de una dominación que establece lo prohibido y lo permitido, ampliando el campo de dominación de lo económico a lo discursivo.

Si utilizamos los conceptos de Bonfil en un contexto mexicano, podemos decir que la somos una cultura creada a partir de una parte autónoma y una impuesta. Lo preocupante es que cada vez somos más una cultura enajenada que se cree autónoma y sobre todo una cultura dominada y controlada. La capacidad creadora del que habla el autor al final tiene que ser en cierto sentido una capacidad destructiva de los modelos hegémonicos de poder, de otra forma se convierte en un mero ejercicio de apropiación sin sentido o de enajenación de la cultura.

Lo propio y lo ajeno: una aproximaciòn al problema del control cultural.

El control cultural es la capacidad de decisión sobre los elementos culturales. Las decisiones se toman en el seno de un sistema cultural, sin embargo este control no es absoluto. Esto se debe a la relación entre los grupos sociales dominante se mantiene en constante cambio, alterando los elementos culturales sobre los que deciden imponer, gracias a la influencia de los grupos subordinados.

Así se clasifica cuatro tipos de cultura: Cultura impuesta: que es la que pertenece a los grupos dominantes, cultura autónoma: es en la que sus individuos poseen la capacidad de control, cultura apropiada: Que emplea elementos culturales ajenos bajo los que no se tienen control y cultura enajenada: en la que los elementos propios de la cultura son propios pero la decisión sobre ellos no.

Sin la cultura propia no puede existir una identidad particular en una sociedad, a través de este grupo se pueden interpretar los otros tipos de cultura. La cultura propia por el contrario fomenta la creatividad cultural, esta lucha por su autonomía a pesar de la imposición de la cultura domínate. Cuando los elementos son poco uniformes la cultura dominante tiende a retomar cosas de la cultura propia para posteriormente volverlas parte de la cultura dominante.

Los elementos culturales son necesarios para generar un propósito social, a su vez todo proyecto social requiere de elementos culturales.

jueves, 17 de febrero de 2011

La cola del dragón




En el texto de David Coronado “La cola del dragón” podemos notar un enfoque claramente literario, dentro de un texto con corte académico, lo cual hace pensar sobre el análisis de los elementos que el autor trato de tomar en cuenta para describir a los niveles de la cultura.

Para Coronado la cultura popular son los espectáculos públicos que se presentan en las grandes ciudades, estos grandes espectáculos hechos por y para las “masas”, son la esencia de las sociedades contemporáneas que habitan en las grandes zonas urbanas del mundo. La manera en que Coronado nos plantea a la cultura de popular está en analogía a las culturas mediáticas que propone Thompson en su libro de “Los media y la modernidad”, Coronado utiliza estas ideas para concebir a una cultura desarrollada en torno a las expresiones artísticas que no son parte de las “bellas artes” y que son parte del imaginario de las sociedades subordinadas a la “alta cultura”, es decir, las clases sociales media y baja como obreros y población de puestos operacionales.

Coronado aprovecha para mencionar la situación de la cultura en las sociedades contemporáneas y utiliza a su ciudad natal Guadalajara para ejemplificarlo y observar el fenómeno. La cultura se encuentra en un punto en el cual debido a su cualidad de multitudinaria, se fragmenta y se ve en la necesidad de ser ofertada por el Estado de una forma un tanto precaria y burócrata, el Estado la hace parte de un sistema institucional encargado de la impartición de cultura. Es por lo anterior que la cultura al encontrarse inmersa en una atmosfera que la constriñe y trata de hacerla un beneficio ciudadano, se ve afectada por funcionarios carentes de conocimiento en la dicha impartición a la que ahora se encuentra sometida.

Los niveles de la cultura a los que Coronado hizo mención pudieron haber sido desarrollados de una forma más analítica, dejar de lado ese aire de literatura y analogías propias de perspectivas con un enfoque tan artístico. La “alta, media y baja” cultura, esos tres niveles a los que nunca se definió de una forma seria, pudieron haber permitido que su estudio de la tendencia y génesis de la cultura popular tuviera más trascendencia y que se permitiera una fácil delimitación del concepto de la tipificación de la cultura.