Producción cultural, consumo y desarrollo de la esfera cultural de Mike Featherstone
En esta ocasión el debate sobre la noción de cultura se estructura en torno a lo que el autor, Mike Featherstone, distingue como las dimensiones de la esfera cultural: la producción, el consumo y su desarrollo. En este sentido, el autor destaca la necesidad de investigar las condiciones del desarrollo de la esfera cultural enfocándonos particularmente en la secuencia histórica y los contextos locales. Necesitamos comprender la emergencia de culturas relativamente autónomas (conocimiento y otros símbolos mediáticos), en primer lugar, en relación al crecimiento en la autonomía y al poder potencial de especialistas en la producción de símbolos. El foco debe ser puesto en los transportistas de la cultura y las presiones contradictorias que son generadas por relaciones y las luchas de poder con otros. En segundo lugar, necesitamos enfocarnos en el desarrollo de instituciones y estilos de vida de los especialistas en cultura y examinar la relación entre los valores y las conductas en los varios niveles de la vida, no sólo en términos de la esfera cultural (alta cultura). Por último, necesitamos comprender la relación dinámica del desarrollo paralelo de la esfera cultural, la expansión general de la producción cultural vía las “industrias culturales” y la generación de amplio mercado para la cultura y otros buenos símbolos productores de lo que ha sido denominado mass culture o consumer culture.
La hipótesis central del artículo es que los especialistas culturales son a menudo atrapados en una relación ambivalente hacia el mercado que puede conducir a estrategias de separación y distanciamiento de la sustancia y promoción de la autonomía de la esfera cultural. Al mismo tiempo, en términos de sus interdependencias y luchas de poder con otros grupos, este puede disponer de usar el mercado para llegar a amplias audiencias para reforzar su poder social e incrementar el prestigio y valor público de sus bienes culturales especializados. Condiciones que a favor de la autonomía de la esfera cultural permitirán mejores especialistas culturales para monopolizar, regular y controlar la producción cultural para colocarla por encima de la producción económica, por ejemplo, colocar el arte y la intelectualidad en el lugar de la vida cotidiana.
En el presente artículo el autor examina, por un lado, la producción de la perspectiva cultural en la cual la cultura de masas es presentada como una amenaza para sumergir y degradar la esfera cultural es visto como el resultado lógico del proceso de producción capitalista de mercancías. Esta perspectiva podemos encontrarla en el pensamiento crítico y marxista, donde se plantea la hegemonía y monopolio de la cultura por parte de las industrias culturales. Por otro lado, examina el modo de consumo cultural, con base en la perspectiva antropológica que argumenta que hay similitudes en el consumo de la cultura en todas las sociedades y que debemos abstenernos de la evaluación negativa de la cultura producida en masa. En este sentido, al interior de cada nación y sociedad tenemos grados o diferencias de consumo cultural que dependen de procesos históricos, sociales, cognitivos y naturales. Por último, explora la perspectiva psicogenética del consumo cultural que examina la génesis de la propensión y deseo de consumir bienes y experiencias nuevos. El deseo y la generación de hábitos de consumo cultural parece depender de procesos cognitivos e históricos, mismos que deben ser considerados en los estudios culturales.
En conclusión, el desarrollo de la esfera cultural puede ser visto como un proceso que involucra a especialistas en la producción de cultura, de símbolos culturales, contextos históricos y sociales, así como factores cognitivos de los consumidores. Este proceso produce consecuencias contradictorias: por un lado monopoliza la esfera cultural, pero por el otro permite la relativa autonomía al nivel de los subcampos de la esfera cultural.