Los objetivos del capítulo Culture: Coherent or Incoherent de Niel Smelser son examinar las dimensiones del concepto de cultura, enfocándose en la cuestión del grado de coherencia o incoherencia; identificar los problemas metodológicos en la descripción y el empleo del concepto de cultura; revisar algunas causas imputadas a la coherencia cultural; y sugerir algunas posibles soluciones a los problemas con la noción de cultura.
Bajo estos objetivos, el autor recupera las distintas formas en que ha sido entendido y empleado el concepto de cultura, en distintas posturas teóricas y autores, con la intención de obtener los universales conceptuales del término. En resumen tenemos que entre las distintas formas de entender la noción de cultura son: como una expresión de un proceso o condición psicológica, como un modo de simplificación y otorgación de sentido a la complejidad de la experiencia, como un reflejo de la presión estructural de la coherencia, como un modelo lógico-semántico y como una expresión de dominación. A cada una de las distintas dimensiones de la noción de cultura hay toda una tradición académica que la reproduce, así como autores que han dejado su forma de pensamiento para la posteridad.
Sin embargo, Smelser critica las connotaciones que se le ha dado al concepto de cultura, argumentando básicamente que todas ellas están fundadas en falacias. Mismas que a lo largo del texto demuestra. Para empezar, las distintas posturas en torno a la concepción de cultura se concentran en lo que el autor denomina la coherencia o incoherencia interna en los componentes de la cultura. Esto se refiere a, por un lado, la integridad e integración de los elementos culturales, y, por el otro, al grado de características compartidas por un grupo. Ante esto, el autor sostiene que un sistema cultural puede estar correctamente organizado y ser coherente, sea o no compartidos todos los elementos culturales por el grupo. Al mismo tiempo, el sistema cultural puede ser vago o incoherente, pero no por eso deja de serlo.
Si bien Smelser comparte la noción de que la cultura son patrones, esquemas, modelos, individuales y sociales, que dan sentido, coherencia y organización a las sociedades, el autor proporciona una noción de cultura un poco más específica: cultura es un concepto científico-social. En este sentido, en primer lugar, el concepto de cultura es un constructo acerca de una sociedad o grupo en estudio para dar sentido a los atributos empíricos que lo conforman. Se trata de un proceso analítico que busca explicar las distintas operaciones empíricas de las sociedades. En segundo lugar, la coherencia o incoherencia de los sistemas culturales depende del marco analítico con el que sea descrito. La descripción de un sistema cultural será adecuada o no en relación al nivel conceptual de la episteme al momento del análisis. Por último, la cultura puede ser desfragmentada en partes más discretas: valores, creencias, ideologías, preferencias. Pero no pueden ser tratadas como un todo cultural.
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