Alta cultura y alta costura

Alta costura y alta cultura.

Por: Rocío de Montserrat Esparza Salcedo

La jerarquización de los objetos de investigación lamentablemente impide que se  estudien ciertos objetos al ser considerados “indignos” descuidando el hecho de que su estudio científico produciría ganancias científicas. El autor aprovecha esta jerarquización para usar el campo de estudio de la moda.

En cualquier campo de estudios por “indigno “que este sea para ser estudiado, existe una separación de clases en la que los dominantes son aquellos que dictan las novedades en la moda y cuya firma implica altos precios, son los poseedores de la legitimidad, tenemos por ejemplo marcas como Lous Vuitton o Versache cuyas colecciones son instantáneamente reconocidas por los expertos de la moda y cuya marca vende al producto como algo exclusivo.

Es tarea de los que son nuevos en el campo de la moda el derribar las posiciones de los que ya están en un lugar privilegiado imponiendo nuevas tendencias sin descuidar las reglas principales del campo. Cabe destacar que no se puede hacer un cambio muy drástico sobre las reglas del campo pues estas dictan las bases sobre las que se generó . La moda es un objeto cíclico que cada determinado tiempo (alrededor de dos décadas) vuelve a retomar características de modas anteriores transgrediendo las ya implícitas, tenemos por ejemplo la tendencia generada hace aproximadamente 5 años de retomar distintas características de la moda ochentera.

Los objetos de alta costura, igual que las obras artísticas llegan a conseguir su valor debido a que muestran una novedad, a la vez reflejando a su época y tienen un carácter de exclusividad para las elites, sin embargo a diferencia de las obras artísticas un producto de la moda puede llegar a ser imitado por las clases bajas al grado de que la pieza original pierde su valor de exclusividad y las elites tienen que buscar otra novedad que los separe de las clases  bajas.