Por: Israel Macías Hernández.
INTRODUCCIÓN
El presente ensayo tiene como primer objetivo, la presentación de una descripción y análisis teóricos sobre el tema del ingreso al mercado laboral en México. Para el desarrollo de este objetivo parto del presupuesto de que la educación y la cultura son factores determinantes que influyen a lo largo del crecimiento biológico, psicológico y social del individuo, y que son estos dos factores sumados a un tercero que es el de la estratificación social, los que determinan la función y roll social que el individuo esta de alguna forma destinado a cumplir en su vida adulta que es también su etapa productiva tanto de forma personal como para la sociedad en la que se desarrolla su existencia.
El presente ensayo tiene como primer objetivo, la presentación de una descripción y análisis teóricos sobre el tema del ingreso al mercado laboral en México. Para el desarrollo de este objetivo parto del presupuesto de que la educación y la cultura son factores determinantes que influyen a lo largo del crecimiento biológico, psicológico y social del individuo, y que son estos dos factores sumados a un tercero que es el de la estratificación social, los que determinan la función y roll social que el individuo esta de alguna forma destinado a cumplir en su vida adulta que es también su etapa productiva tanto de forma personal como para la sociedad en la que se desarrolla su existencia.
Es por lo anterior que en este trabajo se reúnen las diferentes concepciones teóricas que he considerado más representativas de algunos autores que si bien, no hablan concretamente del tema del mercado laboral en sus textos, si realizan diferentes análisis y categorizaciones sobre temas de educación, cultura, esquemas sociales y problemáticas laborales. Y tras su revisión y análisis en los diferentes seminarios cursados en el periodo semestral septiembre – diciembre, en la UDG en el CUCSH[1]. He considerado su inclusión en este trabajo como forma de amalgamar los conocimientos teóricos obtenidos en mi estancia académica en esta honorable institución educativa. Lo que me lleva a referir el segundo objetivo de la realización de este ensayo, que es el de tender un puente académico entre las cuatro asignaturas que cursé en este interesante intercambio académico la cuales son mencionadas en el apartado de referencias bibliográficas y de notas[2].
Una vez desarrollada la tesis y las posibles antítesis de este ensayo, terminare con las conclusiones personales en las que pretendo plasmar mis opiniones teóricas, así como las impresiones que me ha dejado el desarrollo de este trabajo.
I. LA CONSTRUCCIÓN DE IDENTIDADES
Que son las identidades y como se representan.
Para definir el concepto de identidad, me permito retomar a Gilberto Giménez, puesto que su definición y análisis de la identidad son los que a mi consideración se adaptan mejor al objetivo de este trabajo. Según Giménez: la identidad tiene que ver con la idea que tenemos acerca de quienes somos y de quienes son los otros, es decir con la idea que tenemos de nosotros mismos en relación con los demás.[3] Entonces podríamos decir que la identidad es aquella construcción que le da sentido y forma a la esencia social del individuo, es el reflejo de su “ser”, de sus características individuales y a su ves también expresan características sobre los grupos a los que pertenece. Hay que mencionar que la identidad sostiene una relación íntima con la cultura ya que para la construcción de la identidad el ser humano usa absolutamente todo lo que le rodea, lo aprende lo asimila y lo amalgama dando como resultado una identidad que puede ser en un primer momento de carácter individual y en un segundo grupal.
Por lo anterior podemos decir que la construcción de las identidades es parte de un proceso de aprendizaje que el individuo comienza al momento de nacer, a través de la percepción sensorial de su mundo, pero también en etapas subsecuentes como la escolar, el individuo desarrolla un proceso cognitivo a partir de reflexiones y conocimientos científicos y teóricos. Esta percepción del entorno influye en diferentes maneras en el individuo al construir su identidad y este es un proceso constante y sumamente dinámico pues en todo momento el individuo aprende anqué el mismo no lo perciba.
Esto puede ser por medio de las relaciones sociales que el individuo sostiene con sus contemporáneos, y es aquí en donde la cultura juega un papel muy importante, ya que por medio de los códigos culturales de la sociedad a la que pertenece el individuo, es como le es posible comunicarse y relacionarse con otros individuos que pueden compartir características similares con él. Es entonces cuando las identidades se vuelven colectivas, lo cual no representa la perdida de la individualidad sino más bien su conformación en otro nivel, en el cual se establecen nexos y diferencias con otros individuos al compararse las identidades, suceso que generalmente surge de forma subjetiva al conocer a una persona.
Hemos hablado de identidades y su relación con la cultura, pero, ¿Qué es en sí la cultura? pues bien, al hablar de representaciones y de identidades creo que el autor mas representativo es Clifford Geertz (1972)[4] quien define a la cultura como una telaraña de significados que el hombre crea, reproduce y en la que desarrolla su existencia. En esta telaraña de significados como Geertz le llama a la cultura, se encuentra la dinámica de las identidades –ya sean individuales o colectivas– pues al ser también parte de la acción comunicativa del hombre tiene que ver con las relaciones e interacciones sociales, las cuales según Geertz son el medio por el cual se transmite la cultura. en resumen encontramos que la relación entre la identidad y la cultura es una relación reciproca y sumamente compleja para su análisis, el cual no es uno de los objetivos principales de este trabajo, así que ya explicada la forma en que las identidades se construyen, hablemos sobre su representación .
Las formas en que las identidades son expresadas son muy diversas y en diferentes niveles, por lo que retomare brevemente a Denise Yodelet (1984)[5]. Para esta autora las representaciones sociales o representaciones colectivas como las llama, son:
“Una manera de interpretar y de pensar nuestra realidad cotidiana, una forma de conocimiento social…”
“Concierne a la manera como nosotros, sujetos sociales, aprendemos los acontecimientos de la vida diaria, las características de nuestro medio ambiente, las informaciones que en él circulan, a las personas de nuestro entorno cercano o lejano...”
Lo anterior quiere decir que las representaciones sociales son la representación de algo y de alguien. Manifestadas en las relaciones sociales, las cuales se basan en la acción comunicativa de los individuos al momento de relacionarse entre sí, y estas relaciones son las que permiten la conformación de grupos a través de una suma o diferenciación de las identidades. Estas manifestaciones de las representaciones sociales pueden ser desde la expresión artística, el cine, el teatro, la literatura, una platica con una persona o un grupo, en fin, cualquier acto que conlleve un significado, un mensaje, información que debe ser expresada. Ya que esta siempre reflejara algo, cualquiera que sea el pensamiento o el sentimiento o el fin, pero siempre será reflejo de una identidad independientemente de la intención con la que fue formulada esa información. Lo que interesa es que es representativa y contiene significados y la representación del que la formula, no si es verídica o no, eso ya le toca juzgarlo a otras teorías del lenguaje.[6]
II. LAS IDENTIDADES EN LA EDUCACIÓN
La identidad y su representación en el aula.
Una vez que hemos definido que es la identidad y las representaciones sociales, analicemos su presencia en los procesos de aprendizaje y socialización que surgen en las aulas de los diferentes niveles de escolaridad que existen en México en nuestros días.
Después de que el individuo nace y tiene un aprendizaje del manejo de sus funciones fisiológicas, inmediatamente comienza el aprendizaje de la socialización, esta se da primeramente en el núcleo familiar, el pequeño aprende a identificar la figura materna y paterna y en su caso la de los hermanos. Identificación que se da por medio de asociaciones, ya sea la figura materna como la que provee de protección, cuidados y satisfactoria de necesidades o la paterna como la del que brinda una protección en primera instancia y después se le reconoce como la figura proveedora y productiva. (Esto en un esquema social de estándar medio, sin querer reflejar una idea errónea o machista) En fin, la distinción de rolles y su clasificación, (estratificación) comienza desde que comenzamos a tener interacción con el mundo.
Este aprendizaje sobre los rolles tiene que ver con la construcción de la identidad individual, ya que se aprende a diferenciar o asociar al otro con uno mismo, es decir: se aprende a identificarse uno mismo como individuo y a identificar a los otros según compatibilidades de identidades.[7] El resultado de este aprendizaje se reflejara en el futuro, cuando el individuo comienza su etapa escolar primaria, ya que es en esta etapa en la que el niño, alejado del núcleo familiar debe afrontare con la necesidad de establecer nexos con sus contemporáneos que le permitan la satisfacción de necesidades tanto afectivas como sociales, (académicas y de trabajo en el aula) puesto que el aula será un ambiente en el que deberá pasar gran cantidad de tiempo a lo largo de su vida, y por tanto le es necesario al individuo aprender a manejarse en ese ambiente.
El aula entonces se convierte en una microsociedad, en la que hay diferentes actores sociales, hay leyes, hay política, hay identidades, hay tiempos, hay grupos, etc. Muchas de las características generales de una macrosociedad se pueden observar en una escuela y en especial en un aula. Sin embargo una de estas características se hace presente con mayor claridad, esta es la de la estratificación social y la asignación de rolles en función de la dinámica de la sociedad. Al igual que en la sociedad de los adultos en el exterior, en la escuela y mas específicamente en el aula existe el ejercicio del poder en sus diferentes formas, esta la figura de la maestra –quien manda– y la del alumno –quien obedece– en el siglo pasado se consideraba esta relación como una relación descendente y opresiva, en la que el maestro tenia la razón incondicionalmente, era una especie de dios dentro del aula, era omnisapiente, omnipresente, y mas importante omnipotente, y en ocasiones también lo era afuera del aula. Esta visión se ha ido transformando con el paso del tiempo mediante la evolución de los estudios pedagógicos impulsados por la psicología, la sociología y la antropología principalmente, hasta que en nuestros días la figura del maestro es concebida como la del agente encargado de impartir educación, cultura y conocimiento de una forma flexible y lúdica. Se le ha quitado gran parte de las etiquetas de ogro, represor, y de autoridad omnipotente.
Por otra parte la figura de los alumnos también ha sufrido cambios, si bien antes el alumno debía ser sumiso, obediente, sigiloso, entre otras características, hoy en día los alumnos son motivados a participar en la dinámica de enseñanza- aprendizaje mas democráticamente, de manera que la construcción del conocimiento sea reciproco de parte del maestro y del alumno. Lo cual no quiere decir que la figura del maestro ha perdido autoridad, solo han cambiado las formas de representarla.
Sin embargo estos dos rolles son los visibles a primera vista en un aula de clases en la primaria, pero existen otros que son actores tradicionales en el aula. Por ejemplo, encontramos al roll del niño que es el supuestamente favorito de la maestra, que se supone proviene de una familia estable en el sentido de su configuración y posición socioeconómica, además de ser considerado como poseedor de un intelecto superior al promedio, etc. Al cual se le denomina “el consentido”, por otra parte encontramos los siguientes rolles y estereotipos: el bromista, el niño rebelde o abusivo, el líder, el que realiza mandados para la maestra, al niño con buen promedio usado por la maestra para nivelar el grupo, sentándolo con otro de bajas calificaciones. Etc. Podríamos distinguir una gran cantidad de rolles y estereotipos, pero lo importante no es describirlos sino describir el fin de su existencia. Esta finalidad posee un carácter social, ya que el niño al practicar esta diferenciación de rolles es capaz de identificarlos en el exterior del aula y con su crecimiento ira aprendiendo la forma asumirlos para cumplir tanto con sus obligaciones o para alcanzar sus fines personales o grupales.
Conforme el individuo avanza de nivel educativo, su madurez biológica, mental y social también se va desarrollando. Ya en la etapa de educación secundaria el niño convertido en adolecente debe aprender a manejar la asignación de rolles y la identificación de estos en un nivel mas complejo, puesto que ya no existe solo un profesor sino al menos diez de ellos, todos con identidades y perfiles distintos, así como con exigencias especificas en sus materias. Lo cual representa una mayor presión en el estudiante quien pasa por una etapa sumamente inestable, pues existen las crisis de identidad, las cuales tienen una connotación psicológica, ya que el adolecente atraviesa por cambios físicos, psicológicos y sociales, ya no es un niño pero tampoco es un adulto, su forma de expresarse y de comunicarse cambian radicalmente, le invade una necesidad de aceptación y por ello realiza un travesía por descubrir la forma en que desea representarse a si mismo para con el resto de la sociedad. Busca formas de vestirse, de hablar, de actuar, pero también de pensar, de comunicarse con otros y comunicar lo que siente y piensa, hasta llegar a una etapa más o menos estable en la que comienza a definir sus aptitudes, sus capacidades, sus gustos, lo que para Alessandro Durantí son patrones de conducta[8]. Mismos que más adelante le ayudaran a decidir que trabajo va a desempeñar para subsistir, así como para contribuir a la dinámica de su sociedad.
III. LA ESTRATIFICACIÓN DE LA EDUCACIÓN
Clasificación y asignación de rolles.
Como ya lo había mencionado, la escuela y el aula de clases es un espacio físico e ideológico que puede ser tomado como una microsociedad dentro de otra más grande que podemos llamar macrosociedad. En este espacio se desenvuelven diferentes dinámicas de comunicación, de trabajo, de identidades y representaciones tanto individuales como colectivas, pero es también un espacio que a saber, es parte de un sistema social, cumple una función determinada. Esta función en un primer nivel pudiera pensarse como la de inculcar valores, conocimientos científicos y filosóficas, también desarrollar aptitudes y capacidades físicas y mentales, para formar a futuros individuos útiles, éticos y morales, que puedan satisfacer sus necesidades por ellos mismos y contribuir al desarrollo positivo de su sociedad en general.
Sin embargo esta visión funcionalista, naturalista y estructural implica en un segundo nivel otro tipo de objetivo más real, el cual pertenece a los fines e intereses del sistema social. Ya que el sistema educativo en realidad cumple la función de producir individuos con perfiles requeridos por el sistema social en cuestión laboral, para poder seguirse desarrollando y en ocasiones reproduciendo con ligeras modificaciones.
Para explicar y fundamentar mis anteriores formulaciones teóricas, creo oportuno retomar a dos grandes teóricos del análisis estructural de la sociedad como lo son Talcott Parsons y Louis Althusser, quienes dentro de su análisis incluyen diversas investigaciones sobre la función real de la educación.
Para Parsons la escuela como sistema social, es parte fundamental de la estructura social, y se refiere a ella como “el lugar en donde los negocios de la educación formal se llevan a cabo[9]”, es también según Parsons, el espacio en donde se fomenta la socialización, la cual tiene como fin el fomento de cualidades y capacidades de los alumnos, siendo estos los recursos necesarios para posteriormente asignar los rolles dentro de la estructura de la sociedad adulta.
Así pues la clase escolar es un medio en donde ocurre la socialización, la cual es un agente que a través de la educación y fomento de las personalidades e identidades individuales e idealizadas se sientan las bases para la futura asignación de rolles sociales según las capacidades del individuo, estas capacidades las podemos dividir en dos grupos según Parsons, el primer grupo de capacidades se compone por el nivel de competencia del individuo para desarrollar habilidades de forma individual y autosuficiente, y el segundo grupo se compone de la capacidad de cooperar, interactuar con los otras y el nivel de responsabilidad que posee el sujeto.
De esta forma la escuela es concebirla como una agencia de distribución del potencial humano y su clasificación a futuro. Esta clasificación se lleva acabo generalmente por la asociación del nivel de estudios con el nivel de prestigio social. Es decir; una forma de representación social del individuo que se da mediante una medición y asignación de cierto valor o capital social al individuo, dependiendo de su nivel de estudios, ya que se piensa que este es el reflejo de su conocimiento, inteligencia y capacidades morales y psicológicas. (Entre mayor sea la cantidad de tiempo de estudios y el grado alcanzado en estos, mayor es el valor, el capital social y el reconocimiento concedido el sujeto).
Otro aspecto de esta estratificación y asignación de rolles, se da mediante el genero, pues hasta hace apenas medio siglo, la mujer en nuestra sociedad mexicana, era todavía discriminada, marginada y relacionada con el cumplimiento de rolles domésticos, de madre, y hasta de objeto en algunas cuestiones. Esta condición es histórica con las respectivas variantes dependiendo la sociedad y la etapa histórica en la que se vive, por ejemplo en Francia, desde la revolución y con la participación de la mujer en el voto, comenzó un proceso de cambio ideológica que hoy se concibe como liberal, en las sociedades industriales criticadas por C. Marx el papel de la mujer en el desempeño de trabajos febriles, era también discriminado pues aunque trabajaban jornadas casi similares a las de los hombres su paga era mucho menor.[10]
De este modo encontramos diferentes maneras de la asignación de rolles específicos, pero ¿Quién asigna estos rolles? Será acaso la mano fantasma que mueve al capitalismo y a la fluctuación de mercados. No, no es tan simple, si bien no hay en realidad un individuo al que se adjudique la culpa de esta estratificación, si existen diferentes actores sociales que intervienen en la construcción de sociedad. El primero de ellos es el Estado, y para hablar de la relación de este con el proceso de asignación de rolles, retomare a Louis Athusser.
Este gran teórico y economista, nos habla de sobre la educación de los medios al fin. Lo cual nos recuerda a diversas teorías y análisis formulados por Augusto Comte, Max Weber o Douglas North. Por mencionar solo algunos que practicaban o critican a la teoría estructural funcionalista. Para Althusser el estado es una estructura social que detenta el poder en diversas formas, poder que ejerce sobre la población, y el cual busca propagar, justificar y legitimar de mediante diversos aparatos ideológicos, instituciones y formas represivas. Uno de estos medios o instituciones es la educativa. Para lo cual refiere que la escuela es un espacio físico e ideológico en el que acontecen diferentes procesos de socialización mediante la comunicación entre los actores sociales que conviven ene ese espacio. Estas socialización esta enfocada al aprendizaje de conductas e identidades idealizadas que por lo general se encuentran ya prefabricadas en forma de estereotipos y modelos conductuales, los cuales al ser aprendidos y asimilados se pretende que el individuo los reproduzca a la vez que los modifica y adapta a su identidad. Lo cual representa una forma de asignación y reproducción de rolles sociales a futuro. Estos modelos conductuales e identidades son generados por las modificaciones en la sociedad que surgen a consecuencia de diversos fenómenos y tendencias, por ejemplo el de la globalización, la adopción de estereotipos en la moda, la belleza, los modos de vida, etc. Estas formas de representaciones estereotipadas son reproducidas y adaptadas por otras sociedades dando lugar a un sin numero de transformaciones en estos modelos. Sin embargo estos modelos son adoptados primeramente por las clases oligárquicas ya que en general son las que tienen los recursos que les permiten obtener la información de primera mano y con ello el enterarse de la evolución de estos modelos conductuales y su adopción.
De forma similar al mundo de la moda ideológica y material es que los rolles, según la necesidad de la estructura social son asignados. Como veremos en el próximo apartado el factor mas importante es el mercado de trabajo, pues la estructura social requiere de un producción de teóricos, técnicos, médicos, administradores e investigadores en sus diferente aéreas de conocimiento. Para poder sostener un ritmo de crecimiento en diferentes sentidos, tales como el cultural, el económico, el ideológico, el científico, etc. Ya que de no existir esta producción asegurada de trabajadores, el bienestar, el equilibrio y el desarrollo de esa sociedad no esta asegurado.
Sin embargo el problema se presenta al no estar asegurada esta producción de intelecto y fuerza laboral o en el caso contrario al existir una sobreproducción de trabajadores en un área especifica. Pero este tema lo revisaremos por ultimo en el siguiente apartado.
IV. EL ACCESO AL MERCADO DE TRABAJO
Las dificultades de acceso debido a la preasignación de rolles.
Una vez que hemos establecido y definido la mayoría de las variables torticas sobre la construcción de identidades, la forma de representaciones sociales, su dinámica en el espacio educativo y la forma en que son convertidas en rolles y son también estratificadas. Pasemos ahora al análisis y descripción de la forma en que las identidades estratificadas intervienen en el acceso de los individuos al mercado laboral. Para ello retomare un texto de María de Ibarrola, en el cual ofrece un análisis precisamente sobre las problemáticas existentes en el mercado laboral actual en México.
En México, como en la mayoría de las sociedades modernas, el mercado laboral esta directamente relacionado con el sistema educativo, ya que es de este del cual surgen los individuos en este caso jóvenes o adultos, quienes tras haber cursado diferentes niveles educativos buscan acomodarse en un empleo ya sea como parte del sector publico o privado, de manera auto emprendedora, o en el comercio formal o informal. Esta relación entre trabajo y educación la podemos encontrar en diferentes análisis teóricos o científicos de las diferentes ciencias sociales. Pero también lo podemos observar en el imaginario social. Pues se tiene la creencia fija de que el individuo debe cursar las diferentes etapas de educación para después trabajar.
Sin embargo esta concepción ha cambiado en las ultimas décadas, puesto que si bien todavía en los años cincuentas en México se observaba como parte de una lógica moral que los hijos debían cursar el mayor grado de estudios para poder obtener un buen trabajo y así un mayor reconocimiento de la sociedad. En nuestros días ese esquema se ha transformado y uno mas flexible, en el que ya sea por la situación económica o por los requerimientos de experiencia para practicar una profesión, los jóvenes se ven en la necesidad de buscar empleo antes de culminar su etapa educativa, considerando claro que el punto mas alto de esta etapa es el realizar una carrera profesional universitaria, con la variante de las carreras técnicas que se cursan ya sea desde el bachillerato o después de este.
Este fenómeno laboral, atrae consecuencias en el mercado laboral en forma de fluctuaciones, puesto que siendo un mercado al fin, su estructura se basa en la oferta y al demanda, solo que en este caso la llamada mercancía puede asociarse como los puestos laborales en los diferentes sectores laborales existentes.
Para un desarrollo estable del mercado laboral, es necesario mantener el equilibrio entre los puestos de trabajo existentes y la cantidad de individuos económicamente activos, también llamados PEA (Población Económicamente Activa), ya que de existir un incremento en la PEA y una disminución de puestos de trabajo posibles, se obtiene una cantidad de la población en situación de desempleo. O a la inversa, de existir demasiados puestos y un nivel bajo en la PEA, lo que sucede es la necesidad de abrir el mercado laboral al extranjero, lo que representa brindar mayores oportunidades de trabajo a individuos provenientes de otras sociedades, lo cual se problematiza al siguiente cambio del mercado laboral, puesto que al invertirse la situación entonces ya no solo se tiene una PEA nacional sino que se suma el grupo de los extranjeros desempleados. Pero lo que realmente nos interesa en este análisis no son las condiciones laborales de migrantes extranjeros, sino la situación nacional.
La regulación del mercado laboral es una tarea conjunta entre el Estado y las instituciones que lo conforman, encargadas en materia laboral, como por ejemplo la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Pero también encontramos la participación de los sindicatos y algunas ONG`S. Quienes a través de estudios, medidas y programas sociales monitorean y tratan de manipular el mercado laboral para mantenerlo estable.
Ahora bien, el acceso a este mercado laboral no solo es exclusivo de los jóvenes y estudiantes o adultos, también se observa la presencia de mujeres, niños y personas de la tercera edad. Sectores de la población que en vistas de la creciente situación económica de crisis mundial se ven en la necesidad de buscar una remuneración ya sea para contribuir al ingreso familiar o para auto sostenerse, como los niños en situación de pobreza extrema. Fenómenos sociales que también intervienen en el comportamiento del mercado laboral en diferentes dimensiones y que son producto de problemáticas sociales de diversas índoles, como la económica, política, cultural, entre otras.
Si bien, el mercado laboral puede pensarse y estudiarse en termino de números de estadísticas. Mi opinión es que debe analizarse desde la observación de sus diferentes componentes, como la cultura, la economía, la educación y la historia. Por ello en este caso ha sido de mi interés la educación y las representaciones sociales implícitas en esta, y es debido a las diferentes formas de representarnos a nosotros mismos como individuos, lo que de alguna manera nos va guiando en el desarrollo de nuestra cotidianeidad, de nuestros ideales y de nuestras ambiciones. Sin embargo, desde la óptica teórica y crítica no puedo decir que solo basta con el deseo de querer ser, pues como sociólogo se que existen un sin numero de factores y variables en la sociedad que de alguna forma ayudan a moldear el desarrollo social, psicológico y físico del ser humano, ya sea en forma de problemáticas, de limitaciones, de facilidades o alternativas a los deseos y metas trazados. De entre estos factores que intervienen en el desarrollo social del ser humano, y mas específicamente en materia laboral, nos encontramos con la forma en se estructura una sociedad determinada, ya sea en lo ideológico, lo económico, lo institucional. Esta estructura será determinante para el desarrollo de los individuos que coexisten esa sociedad.
Es entonces cuando podemos identificar el uso de las instituciones por parte del Estado, para lograr ciertos fines que bajo una visión crítica, solo favorecen a las clases oligárquicas de la sociedad, ya sea con reformas laborales, o modificaciones a la ley laboral el Estado busca siempre una maximización de beneficios y minimización de costos, lo cual nos recuerda a la lógica capitalista. Y es por que el Estado mexicano es un intento de reproducción del capitalismo en forma de un Estado moderno, concepción basada en el estructural funcionalismo, Corriente teórica que sostenía entre sus teorizaciones la de que solo los hombres moralmente superiores son los capaces de gobernar y dirigir a la sociedad.[11]
Esta visión social, es la que siempre encontramos presente en el imaginario político, bajo frases e ideas tales como: “Mi hija me salió mala pa´ el estudio…” ideas que reflejan la mas pura ética moralista y funcionalista, pues se pensaba que el grado de aprovechamiento de los alumnos era producto de una iniciativa personal o incluso de un status quo familiar, en el no se tenia esperanza de que el hijo resultara con un promedio escolar alto, si el padre no termino ni la primaria. Y peor aun cuando se trataban de las hijas, pues estaban de algún modo destinadas a reproducir el roll de madres, de encargadas de la casa. Pues no existía motivo razonable para que estudiaran o se les apoyara. Hablando claro, de ejemplos basados en el imaginario social de las clases populares de principios de siglo o de la estructura familiar machista y paternalista mexicana de los años cincuenta, para un ejemplo mas claro, basta con preguntarse así mismo o si es posible a nuestros abuelos, hasta que grado de estudios llegaron, la mayoría responderá que si bien pudo, hasta la secundaria. Obviamente existirán acepciones, no lo niego. Pero la media probablemente responda que por la situación económica, por que se caso, por que no le gustaba, etc. Cualquier explicación que describirá el contexto social de los años cincuenta de las clases populares y bajas.
I. CONCLUSIONES
De esta forma es que podemos observar que no es solo el Estado como aparato represor o excluyente, el único actor social en la estratificación y asignación de rolles, pues en el nivel ideológico y cultural podemos observar que en la conciencia colectiva existen un sinfín de patrones ideológicos y de conducta, reflejados en nuestras acciones y a las estructuras sociales de las que formamos parte, pero también construimos y modificamos en diversos niveles. Somos así, actores sociales activos y responsables subjetivos de esta estratificación social y de los rolles.
Pues somos nosotros quienes decidimos aceptarlos y adoptarlos para convertirlos en parte de nuestra identidad y las formas de representarla. Lo que me recuerda a la forma en que Althusser, en su crítica sobre las formas de opresión del Estado sobre la clase proletaria, ofrece como propuesta de su análisis que para terminar con esta opresión las clases sometidas y las clases subalternas, se debe terminar con el Estado. Pero en realidad no ofrece una propuesta concreta, la idea es clara, pero ¿Cómo luchar contra un gigante? Es algo similar con la estratificación y adopción de rolles, no se puede terminar definitivamente con el sentido utilitario que se nos impone al ser parte de una sociedad. Y a mi parecer no es necesario, puesto que Estado opresor o no, todo individuo forma parte de una estructura social, y nadie puede quedarse fuera de esta por más que lo intente, en cualquier momento se necesita de la socialización con otro u otros individuos.
Es por ello que solo podría decir que en cuanto a la adopción de rolles, somos nosotros mismos quienes los adoptamos y transformamos, pero nunca estos rolles son fijos inertes, sufren modificaciones n distintos niveles, ya sea en su forma de expresión, su significado o utilidad social, emocional o psicológica. Lo único que podemos hacer es analizar esta estructura social identificando muy bien los rolles posibles que podemos desempeñar y que pudieran estar relacionados con el roll especifico e idealizado que deseamos tener. Para evitar la frustración en todos sus sentidos.
El ejemplo mas claro es la elección de la profesión que deseamos desempeñar, pues esta es una representación ya idealizada y deseada que queremos tener a futuro de nosotros mismos, pero se debe conocer todos los pros y contras del desempeño de ese trabajo cualquiera que sea y debemos ser objetivos en la revisión de posibilidades de lograr alcanzar esa meta. O en sui defecto idealizar un plan de vida para alcanzarlo, plan en el que debemos contemplar lo que en verdad representa ejercer ese trabajo, los estudios que requiere, los conocimientos y habilidades físicas y/o psicológicas necesarias así como el factor económico, si es posible costear la carrera o el modo de poder costearla.
Solo nos queda elegir con cuidado, el roll que deberemos desempeñar como parte de una sociedad estructurada en diferentes niveles y que se encuentra en constante movimiento y transformación.
BIBLIOGÁFIA
- Giménez, Gilberto: “Cultura e Identidades”. Obtenido de:
Althusser, Louis: “Ideología y aparatos ideológicos del estado.” En: La filosofía como arma de la revolución, México, Siglo XXI, Cuadernos de pasado y presente. No. 4. 1968. Pp. 97-141.
[1] UDG: Universidad Autónoma De Guadalajara, Guadalajara Jalisco, México. / CUCSH: Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades.
[2] Las materias son: Identidad y representaciones sociales, Teoría de la cultura, Introducción al análisis educativo y Educación y mercados de trabajo.
[3] Giménez, Gilberto: “Cultura e Identidades”. Obtenido de: www.paginasprodigy.com/peimber/CULTIDENT.pdf -
[4] “El concepto de cultura que propugno, es esencialmente un concepto semiótico. Creyendo con Max Weber que el hombre es un animal inserto en tramas de significación que el mismo ha tejido, considero que la cultura es esa urdimbre y que el análisis de la misma ha de ser, por tanto, no una ciencia experimental en busca de leyes, sino una ciencia interpretativa en busca de significaciones. Lo que busco es la explicación, interpretando expresiones sociales que son enigmáticas en su superficie. Pero semejante pronunciamiento, que contiene toda una doctrina en una clausula, exige en si mismo una explicación”. (Geertz, Clifford. La interpretación de las culturas, Barcelona, Gedisa editorial, 1997.)
[5] Yodelet, Denise: “La Representación Social: Fenómeno Concepto y Teoría”. En: Psicología Social, II (Compilado por Serge Moscovici), Buenos Aires, Paidos, 1986, pp. 473.
[6] Sobre el tema del análisis de la comunicación a través del mito, ver “ROLAND BARTHES Y SU ANALISIS TEORICO DEL MITO” de Israel Macías. en: http://conceptualdelacultura.blogspot.com/
[7] Duranti. Alessandro. 1997 (2000). Antropología lingüística. México: Oxford University Press [capítulo 2 “Teorías de la cultura”]
[8] Óp. Cit. 7
[9] Parsons, Talcott. La clase escolar como sistema social. En Educational Review, vol. 29, No. 4, 1959, Harvard, traducción mimeografiada.
[10] Marx, Carl: “El Capital”. Siglo XXI.
[11] Augusto Comte.
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